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Viernes 9 de Enero de 2015

¿Qué hago si mi hijo cae a una piscina?

Por.- Verónica Collao, docente escuela de Enfermería UCEN

Imagen foto_00000010Llega el verano y, con ello, aumenta también la posibilidad de que se produzcan accidentes en playas o piscinas, por lo que es vital conocer qué es lo que hay que hacer en estos casos.

Lo primero importante a saber: El 98% de los accidentes por inmersión se produce en agua dulce, mientras que sólo el  1% a 2% en agua salada. En el grupo de agua dulce podemos incluir piscinas, lagos, ríos, bañeras y baldes de agua. En relación al grupo etario, quienes tienen mayor  tasa de accidentabilidad son los lactantes entre  1 y 4 años, y los adolescentes. En lactantes, el 78% de estos eventos ocurre en bañeras, entre 1 a 4 años la mayoría sucede en piscinas y resto de agua dulce, y sobre los 4 años un 63% pasa en agua dulce.

Una persona que sufre un accidente por inmersión se debe tratar como un traumatismo enfalocraneano, es decir, siempre suponer que la persona se golpeó la cabeza, por lo tanto, hay que movilizarlo sujetando su cabeza y mandíbula firmemente.

Se comienza sacando al accidentado del agua, para luego verificar si responde o respira, observando el movimiento de su tórax o sintiendo la respiración nasal. Si respira se debe llamar inmediatamente al 131, abrigarlo con a alguna manta y  trasladarlo  a un centro asistencial para  realizar  una evaluación de su condición.

Si el auxiliador se encuentra solo y el niño no responde o no respira, debe colocarlo en una superficie dura y comenzar con compresiones a una frecuencia de 100 por minuto en la zona intermamilar o entre las mamas; esto se realiza durante 2 minutos. Luego de ello, se debe llamar al 131 y continuar con las compresiones hasta que llegue la ayuda médica.

Si el auxiliador se encuentra acompañado, el primer auxiliador debe llamar al 131 y el otro atiende al accidentado colocándolo en una superficie dura y comenzando con compresiones a una frecuencia de 100 por minuto en la zona intermamilar. Una compresión adecuada debe deprimir al menos 4 cm en lactantes y 5 cm en niños mayores de 2 años; esto realizarlo durante 2 minutos. Posteriormente, llamar al 131 y continuar con las compresiones hasta que llegue la ayuda médica.

Se debe verificar después de los 2 minutos si el niño responde o respira; si lo hace se cesa con las compresiones, se abriga con una manta y se espera la ayuda especializada, si no, se continúa con las compresiones anteriormente descritas.

Si la persona cuenta con conocimientos de Reanimación Cardiopulmonar, puede realizar respiraciones boca a boca, si no es mejor realizar una compresión torácica  adecuada, para asegurar un flujo sanguíneo apropiado para los órganos vitales.

Nunca dejar al accidentado en el agua y siempre sospechar de lesión cervical, por lo tanto, se debe movilizar lo menos posible hasta que llegue ayuda médica.