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¿Cómo defendemos la competencia en los mercados?

Por. Rodrigo Saldías Quiduleo, director Ingeniería en Agronegocios

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Rodrigo Saldías, director Agronegocios 

El caso de los pollos se constituye en emblemático y podría llevar a mirar con otros ojos el funcionamiento de una serie de mercados. Al mismo tiempo, ha reposicionado en la opinión pública el trabajo de la Fiscalía Nacional Económica, tal como lo hicieron los casos de las farmacias y La Polar, por mencionar los más importantes en los últimos años y, para algunos, ha llevado a replantear las atribuciones de la legislación actual en materia de sanciones, tanto económicas, como penales.

Chile ha sido considerado vanguardista en temas de libertad de mercados, con importantes reformas estructurales en los 80´ en áreas fundamentales como educación, salud y sistema de pensiones, pero ha tenido como contrapartida, al menos para la opinión pública, la impresión de que dichos mercados no están funcionando de la mejor forma para los usuarios finales. Pero no sólo respecto de ellos existe esa idea; el retail, el sector financiero, los servicios de telecomunicaciones, por mencionar algunos, son buenos ejemplos de mercados en los que hay percepción de falta de competencia o espacios de abuso de la industria sobre el consumidor.

Por otro lado, la apertura de mercados que ha propiciado nuestro país desde los 90´ ha llevado al aprovechamiento de economías de escala con el fin de reducir los costos de producción en una serie de industrias, aumentando la concentración y la integración vertical de las mismas. Esta situación ha implicado replantear cómo debemos analizar los distintos mercados y el tipo de información requerida para evaluar apropiadamente la interacción de los distintos agentes que participan en una cadena de valor. En esta misma línea, es oportuno cuestionarse el grado de desarrollo de las instituciones que tienen la responsabilidad de monitorear y tipificar conductas. 

No cabe duda que la complejidad de las relaciones comerciales y la cantidad de actores que intervienen a lo largo de una cadena de valor, ya sea como proveedor de materia prima, procesador, comercializador y consumidor final, hace que el análisis de la competencia quede supeditado a cómo entendemos dicho concepto y a cómo respondemos en materia de seguimiento y análisis de la información disponible. En este sentido, debemos avanzar en clarificar dichos aspectos para un mayor entendimiento de cómo vamos a defender la competencia en los mercados, un valor económico y social que debemos potenciar.

De cómo analicemos los fenómenos de asimetrías de información, colusión, posición dominante de las empresas, los procesos de adquisiciones y fusiones, la transmisión de precios a lo largo de una cadena de valor- desde la materia prima hasta el consumidor final- y de la naturaleza de los contratos de las partes involucradas, dependerá cuán bien o mal estemos defendiendo el concepto de competencia en los mercados. En este desafío, es fundamental fortalecer las instituciones públicas que actúan en la materia, mejorar la información disponible y entender, de manera quizás más moderna, el concepto de competencia a la luz de cómo se desarrollan los mercados en un mundo globalizado, particularmente, las operaciones de distribución, logística y comercialización de una serie de productos relevantes para los consumidores.