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Jueves 21 de Enero de 2016

Columna de opinión: Las significativas consecuencias del incendio subterráneo de basural Santa Marta

Magíster en Educación, mención en Evaluación de la Universidad Metropolitana de las Ciencias de la Educación. Licenciado en Ciencias Biológicas y Pedagogía en Biología y Ciencias Naturales de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente es Coordinador del Programa de Magister en Didáctica de las Ciencias Experimentales y es docente de la escuela de licenciatura en Biología para los cursos de Evaluación de los Aprendizajes, Neurobiología e Indagación Científica. Ha publicado artículos de investigación científica en el ámbito de la Parasitología de Peces y ha participado como director de proyectos internos de investigación en educación. La línea de investigación del Mg. Luis se enfoca en la evaluación de los aprendizajes, evaluación y el pensamiento del profesor, formación docente y desarrollo profesional.

Luis Rodríguez docente de la licenciatura en Biología para los cursos de Evaluación de los Aprendizajes, Neurobiología e Indagación Científica.

Una densa capa de humo y un fuerte hedor despertó a gran parte de la Región Metropolitana debido a un voraz incendio que se generó en el vertedero ‪‎Santa Marta ubicado en el límite entre las comunas de San Bernardo y Talagante‬. En términos ambientales y de seguridad, este incendio tiene importantes implicancias a corto y largo plazo en la salud de las personas, sobre todo en niños y mujeres embarazadas. ‬‬‬


Por lo mismo discrepo de forma y de fondo con lo declarado por el intendente Metropolitano, Claudio Orrego quien en un intento por llamar a la calma, aseguró que este no era tóxico, que se trataba de una simple contaminación del aire. Creo que el incendio del basural es complejo y que las autoridades deberían informar correcta y oportunamente a la población de las consecuencias de esta nube de gases. Además de buscar asesorías de personal experto y calificado en este tipo de temas.


La mayoría de los vertederos presentan un elevado porcentaje de materia orgánica y un bajo nivel de elementos combustibles. El problema se origina cuando los residuos orgánicos fermentan produciendo gases autoinflamables los cuales sumados a los elementos combustibles presentes, causan incendios con humos de mal olor y con efectos nocivos para las personas y los ecosistemas.


Este tipo de incendios por lo general se originan en la superficie del suelo y son lentos. Se producen por infiltración de aire hacia el subsuelo y es difícil apagarlos por métodos convencionales. Una vez consumido por combustión el material orgánico, el calor se propaga hacia el interior calcinando también los compuestos existentes en las capas inferiores. Este proceso no genera llamas, ya que es anaeróbico (ausencia de oxígeno), pero sí produce altas temperaturas que conservan calientes los minerales manteniendo activo el incendio.


Sólo podemos evidenciarlos por la gran cantidad de humo que sale a la superficie, el cual es producto de la quema subterránea de residuos tales como plásticos, desechos de hospitales, vidrios, pañales, metales, pinturas, baterías, escombros, hojas que librean al aire (a través del humo), gran cantidad de CO2, partículas y metano. Así como también de gases tóxicos como el benceno y el tricloroetileno (forma parte de pegamentos y pinturas entre otros), que en casos extremos genera efectos en el sistema nervioso y el hígado. De hecho según la OMS, la mayoría de estos productos clorados y las dioxinas en particular tienen efectos cancerígenos.


Por tanto el humo de estos vertederos sí impacta los ecosistemas, produciendo contaminantes en el aire como dioxinas, las cuales pueden ser inhaladas generando un impacto nocivo en el desarrollo de las personas. Sobre todo en niños de corta edad y embarazadas que son más vulnerables.


Finalmente es necesario advertir que este tipo de incendios no se generan de un día para otro. Con el tiempo se van formando grietas en los vertederos que facilitan la infiltración de oxígeno, por lo que es necesario una constante y correcta mantención de estos residuos para un buen funcionamiento. Lo que da cuenta de un descuido por parte de los particulares, como también de las organizaciones fiscalizadoras del país.