Lunes 15 de Diciembre de 2014
Por.- Jadille Mussa, directora Escuela Arquitectura del Paisaje
Como país, generamos miles de toneladas de residuos que se pierden, no se reutilizan y tampoco ingresan a un ciclo que les permita transformarse en otro producto, como es caso del plástico usado para elaborar ropa. Paradójicamente, sorprende saber que Chile compra basura plástica a otros países y que lleguen a importarse unas 15 mil toneladas de botellas para confeccionar bandejas para tortas y otros productos.
Si bien, se han emprendido distintas iniciativas privadas y estatales para que la basura sea reutilizada, reducida o reciclada, también es importante que desde el sector público se implementen iniciativas que permitan sensibilizar a las personas. Por ejemplo, el Ministerio de Educación podría impulsar programas de optimización de recursos en las distintas actividades que se realicen en las escuelas y liceos. De hecho no basta con plantar árboles en los patios o poner contenedores para separar la basura, sino también saber darle uso a los vasos plásticos que sobran de una reunión de apoderados o a los papeles que quedaron de los trabajos en artes plásticas.
Por último, es fundamental que cada persona ponga en práctica esas acciones, que a futuro le reportaran ahorro de recursos, un mejor medio ambiente y nuevos conocimientos.