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Diario La Razón de Bolivia publica tesis chilena sobre validez de Tratado de 1904

Ayer, el diario La Razón de Bolivia publicó un artículo del historiador chileno Cristián Garay y docente de nuestra Facultad, en el que abordaba los alcances del Tratado de 1904, cuestionado actualmente por La Paz.

Lo novedoso es que, pese a que la autoría del texto es chilena, un importante medio boliviano le da espacio al punto de vista chileno en relación a este tratado que Bolivia afirma que fue "injusto" e impuesto por la fuerza.

Los antecedentes citados concuerdan con la tesis del gobierno chileno sobre la validez de este tratado. Garay recuerda que el pacto fue firmado 20 años después del cese de hostilidades entre Chile y Bolivia, y que fue este último país el que presentó las bases para este acuerdo.

Esto se hizo en abril de 1902, por el ministro plenipotenciario de Bolivia en Londres, Félix Avelino Aramayo, por instrucciones del Presidente Pando. "Dichas bases señalaban que Bolivia estaba dispuesta a abandonar toda pretensión de un puerto en el Pacífico a cambio de concesiones comerciales y de la construcción, con financiamiento chileno, de ferrocarriles desde el Pacífico hacia el Altiplano", dice el artículo.

Otro punto del análisis es que la prioridad de Bolivia a la fecha de negociar el tratado era dotar al país de una red ferroviaria y facilidades de libre tránsito, ya que en ese tiempo se ligaba el desarrollo de una nación a la construcción de vías férreas.

Y para ello se cita al senador boliviano José Carrasco, quien dijo en 1905: "El fin que se ha propuesto el Tratado es implementar una red ferroviaria que consideramos urgente e indispensable a nuestro progreso y desarrollo. Implementada ella, la aspiración nacional está satisfecha y el espíritu del Tratado quedaría también realizado".

Para ello, los paceños y mineros de la época creyeron indispensable para el desarrollo conectar a dicha urbe "con su principal salida natural al comercio internacional, Arica. Y cita al historiador boliviano José Luis Roca: "Los mineros del estaño (...) se lanzaron con ímpetu a construir ferrocarriles hacia la costa del Pacífico, no sin antes haber cedido a Chile 'a perpetuidad' todo el Litoral boliviano".

Y en línea con otro argumento de la Cancillería, el texto afirma que los responsables bolivianos del tratado fueron posteriormente electos "a los más altos cargos de la nación". Eliodoro Villazón, canciller y responsable de la firma del Tratado, fue Presidente en 1909, e Ismael Montes, quien encabezó las negociaciones como Presidente en 1904, fue reelecto para el periodo 1913-1917. "¿Qué pueblo suele premiar a quienes supuestamente suscriben un tratado desastroso que compromete el desarrollo y la soberanía del país?", dice el artículo.

Y concluye con que "el Tratado de 1904 fue un texto negociado y consensuado entre los gobernantes de Chile y Bolivia, con la participación de los políticos más sobresalientes de su época (...) Dicha negociación fue voluntaria e informada a la opinión pública de ambos países, y lo principal, estuvo libre de cualquier tipo de coacción política o militar por parte del Estado chileno".