
Lamentablemente, a la fecha no hemos sido capaces de construir un sistema de apoyo. Los actores que están mandatados por ley no se han articulado, ni han establecido una estrategia que sea compartida para acompañar a los colegios.
El desafío, es que el apoyo que se entregue, tenga el foco en crear capacidades autónomas en los colegios; debe ser situado y pertinente, no puede ser prefabricado y aplicado de manera standard.
Antes de intervenir, es necesario hacer un discernimiento inteligente y contextuado para que esas capacidades se desplieguen, se trata de acompañar e incentivar el desarrollo de capacidades para que el establecimiento y su administrador alcancen crecientes grados de autonomía de manera que se tomen e implementen mejores decisiones pedagógicas y no vuelvan a caer en la condición de insuficiente.