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Martes 12 de Enero de 2016

Ciudadanos de primera clase: destapan otro beneficio de los diputados que demuestra que no viven en el mismo Chile

Cambio 21

Imagen foto_00000001En el Congreso se levanta una piedra y sale un escándalo. En este caso se hizo una auditoría y aparecieron dos: los créditos parlamentarios y, recientemente descubierto, el "fondo solidario".

Cada mes le descuentan a los diputados $ 350 mil de su dieta -después de impuestos- que llegan a un fondo común, el que se repartirá entre los legisladores que dejen el Congreso al perder la reelección o no volver a postular. Una especie de seguro de cesantía que algunos ya tildaron como "la AFP de los diputados".

A pesar que el mecanismo fue adoptado desde el periodo legislativo 2005-2009, no se conocía de su existencia sino hasta hoy, de la mano de la auditoría externa realizada por Ossandón & Ossandón y ya despierta críticas a distintos niveles, debido a que bordearía la ilegalidad según algunos y a su baja transparencia según otros, como publicó La Tercera.

Los montos aproximados -según informan los administradores del fondo solidario, que son diputados- son $ 15 millones para quienes permanecieron un periodo, $ 24 millones para quienes cumplieron dos y $ 45 millones para quienes estuvieron tres o más.

Entre el no sé y el no me acuerdo

Ya son cerca de una decena de diputados los que abandonaron el sistema y reclaman no haber sido consultados para integrarse al fondo voluntario, entre ellos el jefe de bancada de la Democracria Cristiana, Ricardo Rincón y explicó su decisión, diciendo que "no creo que haya habido una buena administración, no porque haya sido mala, sino porque no creo que se tratara la rentabilidad de la mejor forma posible".

El diputado Marcelo Chavez (DC) renunció al fondo el año pasado, durante su primer período. El parlamentario aseguró que "algunos llegaron y los sumaron casi sin preguntarles".

Lo anterior cobra sentido cuando los nuevos parlamentarios alegan desconocer si fueron agregados al programa "de beneficencia". Uno de ellos es Giorgio Jackson (RD), quien ya abandonó el sistema.

"Todavía hay privilegios con los que hay que acabar"

Consultado sobre la polémica, el diputado liberal que cumple su primer período en la Cámara, Vlado Mirosevic, reconoce desconocer si es que está en el fondo solidario, pero destacó como positivo que los resultados de la auditoría dejen al descubierto beneficios que deben ser erradicados.

"Lamento que haya ánimo de algunos de continuar con estos privilegios lo más posible y soy partidario de acabar con los estacionamientos en los aeropuertos, o sea, nada que signifique una diferencia difícil de entender y sin justificación. Tenemos que terminar con eso", dijo el legislador por Arica.

Entre los beneficios Mirosevic llamó a terminar con el fuero parlamentario y los pasajes en avión que entrega la Corporación. "Hay que tener ojo con esa válvula tan cerrada, abrir la discusión y que la opinión pública presione al Congreso, eso es clave", agregó.

Finalmente, el diputado reconoce que no se está trabajando con la transparencia que esperaríamos a partir de los casos conocidos y espera que las auditorías se instalen como una práctica institucional. "Todavía hay privilegios que hay que acabar y abrir al país".

Más solo que político "irregular"

Sobre la polémica Marco Moreno, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central,  consideró que esto agrava la crisis de confianza y que lo más probable es que la sanción popular se traduzca en mayores niveles de abstención electoral.

"Ese daño se va a ver expresado con un mayor nivel de abstención en las elecciones, la manera en que los ciudadanos van a castigar al Congreso y a los políticos. No es votando en contra, sino que no hacerlo, porque los consideran a todos como lo mismo".

El fondo "solidario" marca otras de las diferencias entre la "clase" política y el chileno de a pie. Mientras el primero goza de distintos beneficios, a diferentes niveles, el trabajador común y corriente vive buscando cómo parar la olla. Ante esa diferencia abismante no es de extrañar que los parlamentarios reciban un rechazo superior al 80% según las encuestas.

"Esto no es un cuestionamiento a que la gente se organice y tenga su propio fondo, sino que lo hace una institución tan severamente cuestionada y la impresión que queda es que los parlamentarios tienen un trato especial, tratan de beneficiarse en todas las posibilidades y llegan a esto que no es usual y no es corriente", concluyó Moreno.