Click acá para ir directamente al contenido

Aprendizajes de “Mi maestro el pulpo”

Por: Marco Cofré, Psicólogo, académico UCEN Región Coquimbo

Hace unas semanas, algunas y algunos estábamos mirando la entrega de los premios Oscar, con la expectativa de que el Agente Topo pudiese ganar la estatuilla. Nuestro país ya había sido galardonado con premios por Historia de un Oso y Una Mujer Fantástica, por lo que se esperaba un nuevo triunfo. Sin embargo, nada hacía presagiar que Mi maestro el Pulpo sería el ganador del Oscar. Eso me hizo pensar: ¿por qué el pulpo le ganó al topo?

Revisé el documental y me encontré con la historia de la relación de un pulpo y un hombre. No se preocupen, no voy a hacer un spoiler. Por el momento, me referiré a algunas características y aprendizajes que se pueden atribuir al pulpo:

Capacidad de adaptación: ser maestro del camuflaje implica conocer el terreno, identificar los elementos presentes en él y adaptarse, logrando superar las dificultades, los miedos y las amenazas que nos presenta el entorno. Adaptarse también significa resolver necesidades, buscar la forma de conseguir nuestras metas, pero sin dejar de ser nosotros mismos. Cuando ha pasado el peligro o se ha resuelto la necesidad, vuelve a sus colores y vuelve más listo. El pulpo se adapta.

Inicia la relación tímidamente:  uno de los grandes desafíos que hemos tenido en esta pandemia ha sido tratar de crear y mantener las relaciones. No ha sido fácil la tarea, en ocasiones ni siquiera es fácil cuando no vemos los rostros tras la pantalla. Relacionarse significa abrirse a los demás, con el riesgo que ello conlleva. Significa avanzar tímidamente al contacto con otra persona, distinta a mí. Solo cuando nos sentimos en confianza podemos hacerlo. El Pulpo se arriesga.  

Aprendizaje diario: Es común decir que siempre estamos aprendiendo, pero, ¿qué tan conscientes somos de aquello? La observación constante y el trabajo diario, permiten identificar y establecer las necesidades que se nos presentan, sin embargo, en ocasiones volvemos a repetir los resultados preguntándonos por qué no aprendemos. El pulpo aprende.

Hoy el pulpo se vuelve maestro enseñándonos estas lecciones, mañana, aprenderemos del Topo.

Reflexiones Extras:

En medio de esta pandemia, resulta necesario recoger estos aprendizajes y sumar al pulpo a esas maestras y maestros de la vida. Tenemos la posibilidad de decidir si nos vamos a quedar con las mismas respuestas y conductas de siempre o vamos a adaptar nuestras vidas a las condiciones actuales. Después de todo esto, ya no volveremos a ser las mismas personas de antes. Nuestra existencia ha tomado un nuevo giro que nos invita o nos obliga, según sea el caso, a mirar la realidad desde una nueva perspectiva. Por eso nos hacemos cada vez más inteligentes. Entonces, será importante decidir con qué nos quedamos de esta experiencia y qué nos puede ser útil en otro momento.

En cuanto a nuestras relaciones, sabemos que es difícil arriesgarse, especialmente en un contexto que se nos presenta amenazante. La confianza se debe reconstruir, paso a paso. Los procesos sociales se han visto resentidos y tratamos de leer en los textos las emociones que los demás expresan. Usamos emoticones para tratar de dar cuenta de cómo nos sentimos. Sin embargo, en una sociedad donde se han dejado fuera los sentimientos o no se ha enseñado a comunicarlos, es más probable que confundamos las señales.

El aprendizaje nos permite resolver las situaciones que vivimos cada día. Aprendemos cuando modificamos, de manera más o menos permanente, nuestras conductas y respondemos a los desafíos que se nos presentan. Los procesos metacognitivos nos permiten darnos cuenta de ello, sin embargo, no siempre somos conscientes de aquello. Por eso, es importante detenernos en nuestro día a día y reconocer cómo nuestras experiencias nos han transformado, ojalá, en mejores versiones de nosotras y nosotros mismos.