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Viernes 18 de Noviembre de 2016

Cambio de Gabinete: El portazo final de Bachelet a la Nueva Mayoría

El académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública Kenneth Bunker analiza el cambio ministerial que realizó la Mandataria

Imagen foto_00000001De nada sirvió la presión que ejercieron los partidos del conglomerado durante el último tiempo. El tan esperado cambio de gabinete que se materializó esta mañana, estuvo lejos de cumplir con las expectativas que tenían muchos dirigentes de la Nueva Mayoría en cuanto a introducir cambios al equipo político de La Moneda.

Las tres modificaciones (Segegob, Trabajo y Deporte) dejaron mirando al techo a los representantes del pacto oficialista, porque entendieron que la Presidenta Bachelet decidió no hacer un cambio de timón de aquí a lo que resta de su cuestionado mandato.

Lo ocurrido representa un baldazo de agua fría para las pretensiones de los partidos de que se pueda revertir el negativo escenario que atraviesa la Nueva Mayoría de cara a la elección parlamentaria y presidencial del próximo año. El propio senador y aspirante a La Moneda, Alejandro Guillier, señaló hace unos días que de no hacer un cambio en la conducción política, la Mandataria estaba colocando en riesgo la continuidad del conglomerado en La Moneda.

Para el analista político de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, Kenneth Bunker, las aprensiones del bloque oficialista tienen asidero. A su juicio, el cambio de gabinete fue "mínimo", casi "básico", lo que según su opinión, demostraría la falta de autocrítica de la Presidenta, y la total incomprensión del contexto actual.

"Lo más preocupante de este último cambio de gabinete, es que Bachelet entrega una señal de que para ella todo está bien, cuando es evidente que su administración y la coalición pasan por una grave crisis", afirma el académico.

Y no solo eso. El experto dice no comprender que la Mandataria pase por alto el profundo problema de conducción política que tiene su gobierno, y haya decidido mantener intacto al equipo político de Palacio.

"Mi impresión es que la Presidenta no se quiso meter en más problemas, y por eso cambió un ministro socialista por otro PS, un DC por otro DC, y un Más por una figura independiente", señala Bunker.

El investigador no descarta que en los 16 meses que quedan de gobierno, pueda haber otro ajuste, pero que el momento para hacer un cambio de giro era ahora. "En promedio, los gobiernos tienen entre 50 y 55 ministros en sus respectivos períodos, y el de la Presidenta está debajo de ese número, por eso digo que todavía tiene margen para hacer nuevos retoques".

Para el investigador, la Mandataria asumió que su mandato, en la práctica, terminó, que es irrelevante, y que no tiene el control de la agenda. Por lo mismo, asegura, "debió ser más ambiciosa y cambiar al menos ministro del Interior".

Bunker piensa que con este acotado cambio de gabinete, a partir del lunes se va a profundizar la carrera presidencial, dado que se despejó el panorama de quienes pueden o no competir tanto en la presidencial como en la parlamentaria.

"La principal dificultad que tendrá de aquí en adelante la Presidenta es poder sacar adelante los proyectos legislativos que busque impulsar en lo que le queda de mandato. Porque si en las últimas semanas la indisciplina del bloque oficialista ha sido total, tras este cambio es muy probable que esa conducta se acreciente", enfatiza el académico.

Bunker estima que Bachelet abandonó definitivamente a la Nueva Mayoría, lo que a su parecer obliga al bloque a repensar cómo siguen hacia adelante.

"La coalición se verá obligada a evaluar si tiene sentido seguir en las actuales condiciones, y definir la permanencia del Partido Comunista", puntualiza el académico de la Universidad Central.

Más de lo mismo

Un análisis igual de lapidario hace el investigador del Instituto Libertad y Desarrollo, Jorge Ramírez. Para este integrante del think tank de derecha, el ajuste ministerial reafirma que la Presidenta continuará en la misma línea, ya que reafirmó que va a consolidar la base programática de su gobierno.

"No hay novedad en este cambio ni en la postura de Bachelet respecto a su hoja de ruta. Lo vimos en la entrevista que le dio a la revista Capital después de las municipales, donde no manifestó ninguna autocrítica a lo que se ha venido haciendo", indica el analista político.

Según Ramírez, el que la Mandataria no haya tocado al equipo político refuerza la idea de que ella es de confianzas personales más que políticas, y eso influyó en que mantenga a los ministros cuestionados.

"El cambio confirma que en lo que resta del período se va a focalizar solo en administrar, sin preocuparse mayormente por el destino de la Nueva Mayoría. Es evidente que esto va a profundizar las diferencias y la lejanía entre el gobierno y la coalición oficialista, sostiene el investigador.

Este agrega, además, que van a continuar las descoordinaciones y la falta de articulación política, por lo cual anticipa que el gobierno seguirá sufriendo traspiés en la tramitación legislativa de los proyectos.

El experto finaliza sentenciando que Bachelet renunció a influir en el destino de la Nueva Mayoría y en la continuidad del bloque en el poder, dando un claro portazo a las pretensiones del oficialismo.

Fuente: http://elmuro.cl/