Click acá para ir directamente al contenido

Miércoles 31 de Agosto de 2016

Voto voluntario: la decisión que le sigue penando a la centroderecha

Entrevista al decano Marco Moreno en el portal El Muro

Imagen foto_00000001Aunque las proyecciones sobre el nivel de abstención que se registrará en la próxima elección municipal difieren (algunos expertos hablan de 65%, otros de hasta 70%), existe coincidencia en cuanto a que la participación no superará el 40% del padrón electoral, tal como ocurrió el 2012.

Los datos que mostró la última encuesta CEP no hicieron más que profundizar los temores de aquellas voces que prevén una abstención histórica en el proceso electoral de octubre.

Una de esas opiniones es la del cientista político vinculado a Renovación Nacional, José Miguel Izquierdo. Para el analista, la ausencia en las urnas podría alcanzar el 70%, configurando un escenario que a su juicio sería lapidario para el sistema político, pero en especial para la derecha.

Sobre esto último, su argumento se refiere a que si termina participando poca gente en las elecciones, irán a sufragar los votantes más ideologizados. Y si eso se da, agrega que siempre la izquierda tiene más capacidad de movilizar a ese tipo de elector.

Pero además incorpora un dato adicional. En estos comicios la Nueva Mayoría lleva más candidatos a la reelección que Chile Vamos, por lo que una baja participación termina favoreciendo a los candidatos incumbentes, donde por lógica aparece beneficiado el oficialismo.

Ante este escenario, y consultado sobre si fue un error de la derecha impulsar el voto voluntario en el gobierno de Piñera, Izquierdo piensa que no es así. Su explicación apunta a que el sistema de voto obligatorio ya estaba agotado, tanto por el envejecimiento del padrón electoral y por la falta de renovación del mismo, dado que el nivel de nuevos inscritos era cada vez más bajo.

"Mantener el padrón antiguo hubiese terminado afectando igual al sistema político, porque las personas jóvenes no se estaban inscribiendo, y por lo tanto también había un alto nivel de abstención para participar en los procesos electorales", afirma el analista.

En este sentido, Izquierdo piensa que el voto voluntario sinceró una situación que ya estaba ocurriendo con el sistema de voto obligatorio, solo que con el sufragio voluntario se hizo más evidente y pronunciado el fenómeno.

A su vez estima que hubo un error de cálculo del gobierno de Piñera y de la derecha al impulsar este tema, pensando que el resultado iba a ser similar a lo que ocurre en España, donde hay voto voluntario abierto (se inscribe en el padrón a todos los que están habilitados para votar), y donde los niveles de abstención son relativamente bajos.

"Nuestra situación se parece más a la realidad de países como Estados Unidos, donde vota el 40% del padrón, y en que el elector es más ideologizado. En España, en cambio, especialmente quienes tienen un mayor nivel educacional y cultural, se sienten con el compromiso de participar en los procesos electorales, y por eso la abstención no llega a los niveles que tenemos en Chile hoy", apunta Izquierdo.

Finalmente, el experto asume que el voto voluntario es irreversible, porque nadie o muy pocos van a estar dispuestos a que se les quite la libertad de decidir si va a votar o no.

En tanto, el decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, Marco Moreno, opina que hubo un mal diseño estratégico de la derecha al desarmar el padrón electoral de 1988, año en que se realizó el plebiscito que terminó sacando a Augusto Pinochet del poder.

"Ese padrón le permitió a la Concertación obtener cuatro gobiernos seguidos, y cuando llegó la derecha al poder con Piñera, estimaron que modificarlo les podría traer réditos electorales, asumiendo equivocadamente que las generaciones más jóvenes que se incorporarían al nuevo padrón favorecerían al sector", enfatiza el académico.

Este analista prefiere hablar de distanciamiento político de la ciudadanía, y no de desafección, porque a su juicio las personas siguen participando de la vida política y en los asuntos públicos, pero desde otras plataformas y espacios, como son las redes sociales o causas de distinta índole.

"Se trata de otra forma de hacer política, que es muy distinta a la tradicional, a la que estábamos acostumbrados. Un ejemplo de ello fue la marcha contra las AFP. Ahí la ciudadanía se expresó políticamente, pero de manera distinta", afirma el decano.

Para Moreno, lo más complejo para el sistema político actual es no tener control del electorado, ya que resulta difícil determinar su comportamiento, como tampoco existe certeza de quiénes irán a votar en las elecciones de octubre.

El especialista indica que esa incertidumbre se incrementa con el derecho a voto de los chilenos en el extranjero, señalando que dificulta hacer proyecciones electorales certeras.

Cuestión de libertad

Como Ministro Secretario General de la Presidencia del gobierno de Piñera, le correspondió a Cristián Larroulet empujar esta iniciativa durante esa administración, y fue quien lideró la tramitación del proyecto.

Consultado por El Muro, la ex autoridad mantiene la convicción de que haber impulsado el voto voluntario fue una determinación acertada, porque a su juicio esto no tiene que ver con cálculos electorales, sino que con un asunto de principios.

"Nosotros como gobierno y como sector creemos y defendemos la libertad individual de las personas, y precisamente el voto voluntario responde a ese criterio. Nos pareció que las personas debían tener la libertad para decidir si participarán o no de los procesos electorales".

Larroulet defiende la propuesta señalando que no existen estudios o investigaciones que acrediten que el voto voluntario ha tenido un impacto negativo para la derecha. Es más, asegura que indicadores muestran que el comportamiento de las personas entre 18 y 35 años ha sido similar entre el sistema obligatorio y el voluntario.

"Reponer hoy el voto obligatorio como algunos sugieren, sería un retroceso, porque supone un atentado a la libertad de las personas para decidir en esta materia", afirma el ex secretario de Estado.

Para el académico de la Universidad del Desarrollo, el efecto positivo del voto voluntario es que obliga a los candidatos a cambiar la forma en que enfrentan al electorado, especialmente en las campañas, incentivando que el foco esté puesto en el debate de ideas y de propuestas, y no en el marketing político ni en la publicidad.

"El voto voluntario implica que los candidatos deben adaptarse a este nuevo escenario, en el que deben estar más en terreno, en contacto con las personas, y haciendo propuestas concretas", agrega Larroulet.

De paso desmiente que la propuesta del gobierno de Piñera se haya basado en la experiencia de España, y enfatiza que el desafío de motivar a la ciudadanía a participar de los procesos electorales es de los candidatos.

Fuente: www.elmuro.cl