Miércoles 31 de Mayo de 2017
Investigación fue realizada por el docente de la escuela de Ingeniería en Agronegocios de FACEA, Arturo Barrera, y en ella da cuenta de los desafíos para una economía emergente como la chilena, en la cual la innovación, para la mayoría de las empresas agrícolas y alimentarias, es el factor impulsor más relevante.
Las significativas oportunidades para el país en el desarrollo de alimentos con mayor valor agregado, más sofisticados y que apuesten a la diferenciación, pero a la luz de un efectivo sistema que articule iniciativas públicas y privadas, quedan de manifiesto en el libro “Diagnóstico y propuestas de fortalecimiento del Sistema Nacional de Innovación en Inocuidad Alimentaria”, escrito por el docente e investigador de la Escuela de Ingeniería en Agronegocios de la Universidad Central, Arturo Barrera Miranda, y cuyo lanzamiento oficial se efectuó en esta casa de estudios.
La presentación de la publicación, fruto de una ardua investigación que contó con el apoyo de la Agencia Chilena para la Inocuidad y la Calidad Alimentaria (ACHIPIA), contó con la presencia de la decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FACEA) de la Universidad Central, Catalina Maluk, el secretario ejecutivo de ACHIPIA, Michel Leporati, y convocó a representantes del mundo académico, de la salud, empresarios y estudiantes; en tanto los comentarios del libro estuvieron a cargo de los destacados investigadores Eduardo Agosín y Manuel Miranda.
En la ocasión, el profesor Barrera señaló los principales lineamientos de su trabajo. A su juicio “la existencia de un sistema nacional de innovación en inocuidad, innovación y calidad alimentaria es a nivel embrionario; mucho más que un bosquejo, mucho menos que cristalizado”, no obstante su investigación valora aspectos como el posicionamiento del tema de inocuidad de los alimentos en las agendas de las asociaciones gremiales vinculadas a rubros de exportación y la existencia de una Política Nacional de Inocuidad de los Alimentos, que releva la importancia de la I + D y la innovación.
A nivel de propuestas, Barrera destacó la necesidad de seguir avanzando en mejores estándares de inocuidad alimentaria mediante la innovación, y fortalecer el ecosistema nacional de innovación en inocuidad de los alimentos.
“Es necesario ampliar el rol de la ACHIPIA, impulsar alianzas de mediano y largo plazo, estrechar los vínculos asociativos entre los actores vinculados a la investigación y desarrollo en inocuidad alimentaria y, desde luego, potenciar y mejorar los instrumentos de fomento de I + D + i, de tal modo que favorezcan proyectos de mayor envergadura y faciliten su escalonamiento; y desarrollar a nivel regional redes de innovación en inocuidad alimentaria”, dijo el académico.
La necesidad de articular para competir
Por su parte, la decana de FACEA, Catalina Maluk, agradeció el apoyo de ACHIPIA para la concreción del libro y poniendo en perspectiva su relevancia, manifestó que “las exigencias en los estándares de alimentación del siglo XXI, nos hacen mirar este documento como material relevante a la hora de procurar el desarrollo de agronegocios competitivos a nivel global, iniciativa que requiere el despliegue de ecosistemas de innovación que favorezcan interacciones virtuosas y nuevos conocimientos”.
En tanto, el secretario ejecutivo de ACHIPIA, Michel Leporati, enfatizó en la importancia del estudio por cuanto no solo presenta un detallado análisis de los de las fortalezas y las debilidades en los procesos de innovación en el ámbito de la inocuidad alimentaria, sino también elabora propuestas concretas para logra mayor coordinación y articulación en ese sentido.
“Agradezco a la Facultad, a la Escuela de Ingeniería en Agronegocios y, en particular al profesor Arturo Barrera quienes, desinteresadamente han puesto a disposición del Estado de Chile, este significativo aporte académico”, concluyó.
A cargo de comentar la investigación estuvieron los destacados investigadores y académicos, Eduardo Agosín y Manuel Miranda. El primero, felicitó a Barrera por la completitud de su trabajo y destacó las conclusiones a las que arriba el estudio respecto de las diferencias entre pequeñas y grandes empresas en materia de inocuidad y la incorporación de altos estándares por parte de éstas últimas para responder a exigencias internacionales.
Miranda, en tanto, destacó las fortalezas de la publicación, mencionando atributos como el enfoque analítico y la forma en que su autor lo llevó a cabo; la rigurosidad de la investigación y su profesionalismo, perseverancia e inteligencia.