Lunes 9 de Diciembre de 2019
Sin embargo, no puedo dejar de mirar desde lo colectivo, desde un modelo de salud universal, desde la inclusión/exclusión, desde el derecho a la salud… situándome desde aquí, es que esta medida en materia social viene en la misma línea histórica, la cual finalmente termina potenciando un modelo que contribuye a generar mayor desigualdad al acceso y reproduciendo la inequidad de un derecho.
¿Cómo el sistema publico; que cuenta con mínimos recursos, no va a ser capaz de sostener al mas de 80 por ciento de la población?. Va a ocurrir que los usuarios tendrán que migrar a el sistema privado, sistema pagado para acceder a una prestación. Esto no es nuevo, es un fenómeno que vemos a diario. Por ejemplo, en invierno las clínicas venden sus camas a Fonasa, pero no las venden al valor Fonasa, si no con el precio privado. Finalmente, los recursos económicos terminan inyectándose en el sistema privado. Este tipo de medidas continúa perpetuando, lo que debiese ser un derecho, en un bien de consumo.
Para que todos los usuarios (as), puedan acceder a atenciones de calidad, debemos transformar el sistema actual y transitar a un sistema de modelo único de salud, en el cuál no existan criterios de inclusión en atención como un diagnóstico, edad, si esta es persona en situación de discapacidad, o si cuenta con los recursos económicos para comprar su salud o rehabilitación.
Insisto que es una medida que inicialmente va a tener un impacto económico en los (as) usuarios y sus familias. Me parece positivo, pero a la vez insuficiente, ya que la dignidad no se puede comprar, y es por esto que debemos continuar luchando y exigiendo derechos. Como mesa de salud, en la cual participamos como trabajadores de la salud y nuestros usuarios, se lo hemos planteado al poder ejecutivo. #saludesunderecho #coltochilemovilizado
Leonardo Vidal
Director del Colegio de Terapeutas Ocupacionales
Académico de la Universidad Central