Viernes 19 de Mayo de 2017
En charla organizada por la escuela de Ingeniería en Agronegocios, Teodoro Rivas se refirió a las estrategias para enfrentar el fenómeno en el sector agroalimentario chileno.
Chile es responsable solo del 0,26% de emisión de gases a nivel mundial, pero nuestra condición agroecológica es altamente vulnerable. Así lo señaló el subdirector nacional de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del Ministerio de Agricultura, Teodoro Rivas, en el marco de su charla “Estrategia para enfrentar el cambio climático en el sector agroalimentario chileno”, organizada por la escuela de Ingeniería en Agronegocios de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FACEA) de la Universidad Central y a la que asistieron profesores y estudiantes de la carrera.
Rivas dijo que “Chile presenta siete de las nueve condiciones de vulnerabilidad según expertos a nivel mundial”, las cuales corresponden a áreas de bosques degradadas, sistemas montañosos frágiles, extensa costa a baja altura, gran superficie de archipiélagos e islas, susceptibilidad de desastres naturales, áreas propensas a sequía y desertificación y zonas urbanas contaminadas.
En ese contexto, su exposición abordó los principales lineamientos del Ministerio de Agricultura y otras entidades a nivel institucional para abordar los efectos del cambio climático, fenómeno vinculado a las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) que-según dijo el experto- coinciden con el aumento de la industrialización y sus impactos negativos sobre recursos y procesos productivos.
“El tema se instaló en Chile hace unos 10 ó 12 años. El agro, cuya bases de sustento son los recursos naturales como el agua, el suelo y el aire, está afecto al cambio climático”, puntualizó Rivas, recordando que este sector en los últimos 30 años ha seguido el eje exportador dada las características de Chile como economía abierta.
En ese sentido, el subdirector de ODEPA sostuvo que “Chile no es exportador de volúmenes, sino que de calidad y de nicho” y dentro de los principales desafíos destacó la necesidad de aumentar inversión pública en infraestructura que permita un aumento de eficiencia en el aprovechamiento de los recursos hídricos, estimular la inversión privada en eficiencia en el uso del agua y energía, el desarrollo de variedades con resistencia a estrés hídrico o adaptadas a sitios específicos, el fortalecimiento de la institucionalidad a nivel regional y programas de adaptación según territorio y sector productivo y avanzar en la mejora de inventarios y estadísticas sectoriales.
“La evaluación de los impactos del cambio climático supone establecer escenarios climáticos futuros que consideren niveles de emisión de Gases Efecto Invernadero en diversos periodos de tiempo y la proyección económica del país”, concluyó.