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Lunes 1 de Julio de 2013

Soy tercero… y qué

Imagen foto_00000001A las 21:00 horas de ayer, el comando de Michelle Bachelet, en el hotel Plaza San Francisco, era una fiesta. Una pasarela de aspirantes apretando la mano de la candidata, reconociendo sus derrotas. Mientras Claudio Orrego era el primero en saludar a Bachelet, en el Partido Demócrata Cristiano –donde se instaló su comando– un hombre barría las decenas de colillas de cigarro esparcidas sobre el suelo.

Sergio Espejo, jefe de campaña de Orrego, era uno de los pocos que quedaba en una de las salas de Alameda 1460. El ánimo no lo levantaba ni la más devota oración.

"Voy a votar por Orrego porque es importante que la DC no sea humillada", decía en mayo pasado el sociólogo y analista, Eugenio Tironi. Sin embargo, la votación que situó a Orrego por debajo del candidato independiente Andrés Velasco, fue como una aplanadora que barrió con sus aspiraciones presidenciales y puso al partido de la flecha en un nuevo escenario: la pérdida de poder de la mesa del presidente del partido, Ignacio Walker y el vendaval de críticas internas que recibirán los "príncipes" por la estrepitosa caída sobre la que tendrán que responder.

EL DAÑO
Al interior del PDC, distintas voces señalan que la principal causa de la derrota de Orrego es clara: el candidato en un estilo casi "confesional" fue incapaz de entender el Chile sobre el que martillaba sus carteles. Sobrevaloró el centro; tuvo un discurso en el que le pegó al Partido Comunista, en una lectura anacrónica; pero más que nada fue extremadamente conservador en temas valóricos.

"Eso de oponerse al matrimonio del mismo sexo, su postura tan marcadamente religiosa. Incluso el mismo Stefan Kramer imitó ese punto", señala el cientista político de la Universidad Central, Marco Moreno, quien también augura que en el frente interno se producirá un rápido alineamiento. "El grupo que había hecho un repliegue táctico, porque les importaba la unidad de partido, asumirá posiciones mas estratégicas, de más cercanía con el sector más duro de Bachelet. Los príncipes tuvieron una derrota. Los hermanos Walker y su posición más conservadora quedó relegada, porque ese conservadurismo hoy es reprobado por la sociedad chilena", asegura Moreno.

Claudio Fuentes, director del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales de la UDP, suma una opinión: "En el frente interno la DC queda en mal pie para las próximas parlamentarias porque no fue capaz de movilizar más allá de su militancia dura".

"¡Mira el pie en el que nos dejó!", se queja un alto representante del falangismo a pocos minutos de conocer la derrota de Orrego. Y esta queja apunta a los inicios de la candidatura, que para algunos nunca debió ser parida porque la Democracia Cristiana debió apoyar desde un comienzo a Michelle Bachelet. "Yo creo que estuvo bien llevar un candidato del partido, pero no en los términos en que llevó adelante su campaña Claudio Orrego, extremadamente conservador, con un lenguaje que nada tiene que ver con el país que conocemos actualmente", señala otro alto dirigente.

¿Hay algún tipo de mea culpa? "Hoy día no es el momento para los análisis. Este no es el resultado que hubiéramos querido. Yo siempre proyecté el doble de nuestra votación en las primarias. Estamos más que triplicándola, pero este no es un resultado satisfactorio", dijo Sergio Espejo, horas antes de que el presidente del partido, Ignacio Walker, amarrara a la colectividad a la caída: "Somos solidarios con la derrota de Claudio Orrego, que es nuestra derrota como partido", dijo en Tolerancia Cero.

El senador Jorge Pizarro también lanza una pregunta sobre la derrota: "Hay que hacer una evaluación de lo que fue la campaña, si el discurso que se planteó sintonizó con la gente o la potencia de Bachelet universalizó los apoyos de los sectores".

Ni siquiera en sectores donde la maquinaria DC ha configurado un sello, se logró capitalizar la campaña del más centrado de los contendores de Bachelet. En la Quinta Región –circunscripción del presidente de la DC– Bachelet obtenía hasta anoche el 73,03 %. Orrego, apenas por sobre Gómez, un 8,31 %.

UN PROGRAMA PARA LA MAYORÍA
En la oposición, la derrota de Claudio Orrego también se lee en función al programa que, si bien se ha ido construyendo con los equipos de trabajo de Bachelet, deberá terminar de armarse después de estas elecciones primarias.

La oposición en su conjunto también trabajó en los ejes principales de un futuro gobierno –de quien resultara electo– desde enero pasado, cuando elaboraron un documento que contenía propuestas laborales, constitucionales, educacionales, tributarias, entre otras, contenidos en un documento que llamaron "Compromisos para el Chile que queremos".

Si bien no existen mayores conflictos con temas como la reforma tributaria o la educacional; con la Democracia Cristiana se auguran diferencias en materias valóricas como los derechos reproductivos de las mujeres, el matrimonio igualitario y en la propuesta de una asamblea constituyente como mecanismo para cambiar la Constitución de Pinochet, puntos en que la mirada más conservadora de Orrego ya demostró no tener éxito.

"La DC no es homogénea. Tiene diferencias en lo interno también y Claudio Orrego representa a parte de los sectores más conservadores del partido. La expresión electoral que hoy se da es reflejo de eso, cuando el país y la militancia DC quieren transformaciones más profundas. Y éstas se están acercando a posiciones que no necesariamente representan las históricas que asumió la Democracia Cristiana en otros momentos", dice Karol Cariola, secretaria general de las Juventudes Comunistas. "Creo que esto nos da una posibilidad de que el programa de la Nueva Mayoría sea más cercano incluso a lo que los movimientos sociales y la izquierda hemos estado planteado principalmente en la movilización social", agrega la candidata a diputada.

Según Claudio Fuentes, Bachelet igual necesita a la Democracia Cristiana para ganar las elecciones de noviembre y por eso hizo un "reconocimiento tan fuerte a Orrego. La DC también ha sido un aliado muy importante para el Partido Socialista", asegura Fuentes. Por lo mismo, no ve posible que se pueda ignorar el poder que tiene el falangismo.

"La gente espera de la DC la moderación, capacidad de gobernar y de liderar los equipos programáticos... Y las elecciones también se ganan sumando a los moderados", señala Jorge Pizarro.

Noticia publicada en el diario electrónico El Mostrador, el lunes 1 de julio de 2013, en el enlace http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2013/07/01/soy-tercero-y-que/