Click acá para ir directamente al contenido

Miércoles 13 de Mayo de 2015

SIMCE: sin ranking no hay noticias

Carla Capell González es profesora jornada, coordinadora de Investigación y Publicaciones de la carrera de Educación General Básica. Profesora de Educación General Básica de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación; Magister en Investigación y Docencia Universitaria, Universidad Central de Chile y Master en Integración de la Universidad de Salamanca.

El nuevo enfoque que ha propuesto la Agencia de Calidad de la Educación en la entrega de los resultados del SIMCE, al parecer, no ha provocado el impacto que la prensa y que algunos profesionales que se han interesado en la educación quisieran.


Claro, en esta nueva mirada, no hay ranking, no hay peores ni mejores, no hay escuelas a quien apuntar con el dedo o poner una luz roja como se hizo hace un tiempo atrás.


Aplaudo esta propuesta, porque pone su foco en los elementos más importantes que forman parten de una Educación de Calidad: el proceso de autoevaluación de la escuela como comunidad comprometida con la formación de sus estudiantes. En este nuevo enfoque, la relación de buenos resultados está en directa relación con la convivencia que contempla el respeto, la valoración, la aceptación y tolerancia entre otros aspectos; con el énfasis de las estrategias de los docentes para reforzar aquellos contenidos que se enfrentan con dificultad; con el liderazgo del directivo que motiva, convoca y gestiona la formación de los estudiantes; con la participación de la familia, elemento fundamental en este proceso. Aspectos que se han medido a través de nuevos instrumentos, que comienzan a dar una mirada mucho más integral de los procesos, complementando los datos técnicos que proporcionan los resultados de pruebas estandarizadas en las áreas de Lenguaje y Comunicación y Ed. Matemática, antes única mirada y alimento suculento para las noticias.


Publicar los resultados de esta manera, sin ranking, sin estandarizaciones, no es oscurantismo, ni atenta contra la transparencia; estas opiniones hablan desde una lógica que no es la lógica de la educación.
Educar no es estigmatizar, educar no es establecer ranking, ni menos estandarizar; educar es la posibilidad de mirar los propios procesos y tomar decisiones y compromisos en la mejora, pero no sólo en acciones que comprometen los estudiantes y profesores, sino que acciones que involucran a toda la comunidad educativa: apoderados, profesores, directivos y estudiantes.