Viernes 30 de Mayo de 2014
Andrea Flaño recordó que las hortalizas alimentan a la población con productos saludables y existe, precisamente, un potencial crecimiento en su producción y venta.
Un completo panorama sobre la evolución, el desarrollo y también los desafíos de la industria hortícola en Chile presentó la sectorialista de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del Ministerio de Agricultura, Andrea Flaño, en el marco de un ciclo de talleres de la Escuela de Ingeniería en Agronegocios de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FACEA) de la Universidad Central.
“El sector de hortalizas es un gran motor de desarrollo social y local”, afirmó la especialista, recordando que casi un tercio de todas las explotaciones silvoagropecuarias en el país posee cultivos hortícolas.
“Las hortalizas alimentan a la población con productos saludables y existe, precisamente, un potencial crecimiento en su producción y venta”, dijo Flaño, no obstante reconoció ciertas falencias que hacen de éste un sector complejo y de gran desigualdad.
Señaló que se ha producido una caída importante en la superficie de hectáreas aptas cultivo hortícola producto de la escasez hídrica y el aumento en el costo de la mano de obra. “Este es un sector atomizado, donde conviven muchos pequeños productores con escaso uso de Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs), alta informalidad en sus procesos y bajo nivel de asociatividad”, manifestó.
Tras cartón, la sectorialista de ODEPA apuntó que los principales desafíos del sector consisten en “trabajar en mejores condiciones de inocuidad y productos con valor agregado, mejorar la gestión comercial, mayor eficiencia y competitividad y enfrentar los riesgos agroclimáticos”.
Concluyendo la actividad, el director de la escuela de ingeniería de Agronegocios, Rodrigo Saldías, junto con agradecer la exposición de la invitada, destacó los esfuerzos de ODEPA por sistematizar la información de un sector que exhibe datos relevantes para los futuros profesionales del área.
“Este es un problema de mercado que da cuenta respecto de cómo a partir de ciertas debilidades, podemos buscar oportunidades”, dijo Saldías quien atribuyó el bajo despegue de las hortalizas a que “las tenemos nosotros mismos, a diferencia del consumidor europeo que es más exigente”.