Lunes 22 de Junio de 2015
El secretario ejecutivo de la Agencia Chilena para la Calidad e Inocuidad Alimentaria (Achipia) Michel Leporati, impartió una charla en el ciclo de talleres de la escuela de Ingeniería en Agronegocios de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FACEA) de la Universidad Central.
Su absoluto convencimiento de que los grandes problemas alimentarios que enfrenta Chile y que influyen negativamente en la calidad de vida de la población son más bien de orden nutricional y no relacionados con peligros de contaminación química o biológica de los alimentos, expresó el secretario ejecutivo de la Agencia Chilena para la Calidad e Inocuidad Alimentaria (Achipia) Michel Leporati, en el marco de una charla impartida en el ciclo de talleres de la escuela de Ingeniería en Agronegocios de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FACEA) de la Universidad Central.
“La calidad nutricional provoca estragos en Chile porque tenemos muy malos hábitos alimenticios; mucha azúcar, mucha sal, mucha grasa…si esto persiste, no sería extraño que disminuyeran las expectativas de vida de la población”, dijo Leporati.
El representante de Achipia sostuvo que los componentes nutricionales de los alimentos unidos a los malos hábitos de consumo están muy asociados a altos índices de obesidad, lo que deriva en enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer. Además, sugirió que este fenómeno es manifestación de desigualdad y discriminación, por cuanto afecta a sectores sociales más bajos, a los que calificó como más vulnerables y con menos acceso a alternativas de alimentación más saludable.
“El pan, el arroz, las papas y las bebidas azucaradas son los alimentos que constituyen el gran problema de la obesidad en Chile”, señaló el experto.
Leporati recordó que el rubro alimentario tiene mucha importancia en el desarrollo económico del país, toda vez que es el segundo sector exportador más relevante, después de la minería del cobre.
En ese contexto, y en el marco de su charla “La Calidad e Inocuidad Alimentaria; estándares de excelencia para una tarea nacional”, el secretario ejecutivo de Achipia abordó los peligros químicos y biológicos que pueden afectar al sector, recordando que en general, los alimentos chilenos son seguros desde ese punto de vista dada la tradición y mecanismos de control eficientes que exhibe el país.
No obstante, recordó que siempre hay que estar alerta ante la aparición de lo que llamó “neocontaminantes” como la acrilamida que surge a raíz de la exposición de ciertos productos al proceso de horneado; y recalcó que se requiere una “mirada sistémica y respuesta integrada para ser más eficaces antes los riesgos alimenticios” en la cadena de producción de alimentos, transformación y comercialización hasta el consumo final.