Martes 14 de Enero de 2014
En la ocasión, el decano Castro instó a los nuevos profesionales a que “privilegien en el futuro profesional que se les abre, la mentalidad creadora por sobre la mentalidad funcionaria, y que este título que recién estrenan no los vuelva soberbios para dejar de ver lo bueno que hicieron otros y que tampoco los ciegue a la hora de competir por un cupo en la dura carrera de la vida”.
Por su parte, el director de la escuela, Manuel Rivera, enfatizó en que el éxito de un ingeniero comercial “pasa por contribuir al desarrollo de su país, llevando adelante nuevos emprendimientos e innovaciones, solucionando problemas, creando y liderando proyectos, aportando los conocimientos y competencias adquiridos. De esta manera –añadió- serán protagonistas en el ámbito en que deban desenvolverse”.
A nombre de los nuevos profesionales, hizo uso de la palabra Oscar Monsalve, quien al dirigirse a sus compañeros, recordó los años vividos en la Universidad Central y los conminó a ser un auténtico aporte social ante los desafíos del país. En tanto, los mejores titulados- aprobados con distinción máxima- fueron Nicolás Cabrera y Francisco Cubillos; mientras que Elizabeth Ocampo recibió una mención honrosa por su dedicación y permanente compromiso con la carrera.
Cabe recordar que junto a los correspondientes diplomas de título se entregó, por primera vez, una artesanía del taller “Hebras del Alma” hecha por mujeres emprendedoras de la Región de La Araucanía que buscan en el diseño un aporte social y cultural para nuestro país, dándole sentido a su emprendimiento y, además, compatibilizándolo con sus labores cotidianas.
De esta manera, la facultad y la carrera dejaron testimonio de lo importante que es el saber hacer, el poder hacer y el hacer con sentido.