Salario mínimo

Señor director:

Como cada año, la discusión sobre el salario mínimo aparece en la agenda pública y el debate se centra en el monto y sus implicancias micro y macroeconómicas. Las posiciones son contrapuestas, terminando con resultados conocidos: trabajadores disconformes y un gobierno satisfecho.

Es importante aportar otros alcances al debate desde una perspectiva de Estado y no sólo como un tema económico laboral. Cualquier aproximación debe definirse como una política pública, es decir, como una acción de gobierno que expresa la voluntad ciudadana y, por tanto, la legitimidad como condición presente y necesaria.

Establecer como punto de referencia lo planteado por un comité de expertos - académicos y empresarios- que elaboraran la propuesta es positivo, pero no suficiente. Es favorable, pues involucra a actores relevantes con opinión e intereses directos en el asunto, pero la ausencia de los trabajadores quita utilidad a dicha instancia y limita la legitimidad de la sugerencia. Tan relevante como establecer el piso del salario es potenciar la capacidad de negociación de los trabajadores. En pleno siglo XXI el nivel de sindicalización en Chile sigue siendo bajo en relación con los países en desarrollo y la negociación por rama o área productiva no es factible en nuestra legislación.

El debate del sueldo mínimo en nuestro país seguirá siendo una política pública limitada mientras no se incorpore a todos los involucrados en las instancias de diálogo.

Rafael Pizarro
Dir. Escuela de Administración Pública, U. Central

Esta columna de opinión fue publicada originalmente en el diario La Tercera  en el enlace http://papeldigital.info/lt/2013/03/22/01/paginas/054.pdf