Martes 28 de Octubre de 2014
Columna de la profesora Ana María Gutiérrez publicada en el portal El Quinto Poder
El legado de este ex guerrillero ha ido más allá de su gestión de gobierno que ha tenido buenos resultados en indicadores sociales vinculados a la pobreza y empleo: su período ostenta los niveles más bajos de desempleo (desde un 8,2% en 2009 a un 6,7% en 2013). Lo anterior tiene un vínculo directo con el incremento de los ingresos y, por lo tanto, del poder adquisitivo. La población en situación de pobreza ha disminuido notablemente (de un 10,4% en 2009 a un 5,9% en 2012), teniendo el menor porcentaje de pobres de la región.
Por otra parte, en materia de derechos, se aprobaron leyes en relación al aborto, la despenalización de la marihuana y matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo, lo que con o sin intención se transformó en el sello de su gobierno, situando a Uruguay como un país progresista en la región.
Ahora bien, sectores de la oposición han cuestionado en la gestión de Mujica los resultados negativos en seguridad pública a causa de la percepción de aumento de la inseguridad ciudadana –55,2% de la población cree que la seguridad se ha deteriorado–, por lo que los uruguayos consideran esta cuestión como el problema más importante del país. En educación, a pesar, de la creación de la Universidad Tecnológica (UTEC) y la descentralización de la educación superior, se critican los resultados negativos obtenidos en este tema en comparación a los recursos invertidos.
Lo cierto es que, en parte, estos problemas se deben al quiebre de los acuerdos interpartidarios que permitían el trabajo en conjunto en seguridad y educación entre oposición y gobierno.
Sin embargo, los frutos de su mandato –junto con su forma de hacer y pensar la política– han pesado más en el inconsciente colectivo y le ha significado reconocimiento en el plano internacional, postulado durante 2014 al Premio Nobel de la Paz y ser considerado por políticos de la región como el Mandela de América Latina.
Pepe Mujica es destacado y señalado por ciudadanos de todo el mundo como un modelo que debería ser imitado por el resto de los políticos, los cuales hoy por hoy se encuentran deslegitimados a nivel global precisamente por su forma poco transparente de hacer política.
Así, la espera de la segunda vuelta electoral marcará los últimos días de Pepe Mujica en el gobierno, quien y no se va con las manos vacías. Su huella permanecerá en el tiempo como aquel presidente humilde y sencillo que prefirió la tranquilidad de su chacra a los lujos que están acostumbrados los mandatarios en todo el mundo.
Tras cinco años de gobierno, cuentas alegres y tristes se visualizan en el horizonte, las que no empañan lo más certero y es que Mujica pasará a formar parte de la (nuestra) historia como un gran hombre y mandatario.
Ana María Gutiérrez
Profesora de la Escuela de Administración Pública
Universidad Central de Chile
Fuente: http://bit.ly/1E37Rjo