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Viernes 8 de Mayo de 2015

Otras economías están sucediendo

Por Dr. Nicolás Gómez Núñez (*)

Las universidades Academia de Humanismo Cristiano, Católica del Maule y Central de Chile, en conjunto con Caritas Chile y la Delegación Valonia-Bruselas de la Embajada de Bélgica, realizarán un Seminario Internacional sobre Economía Social y Solidaria, durante los días 26, 27 y 28 de mayo de 2015.

En Chile esta actividad es parte de una reflexión que ha tenido distintos hitos. Entre ellos, la conformación de la Red Académica de Economía Social, Solidaria, Cooperativa y Autogestionaria; la participación de esa red en el 4º Encuentro Nacional de Economía Social y Solidaria: "Otra Economía para otro Modelo de Desarrollo", organizado por el Espacio de Economía y Comercio Solidario de Chile y la Confederación General de Cooperativas de Chile.

Además se consigna el quehacer del NIT: "Experiencias Económicas Autogestionarias, Cooperativas, Solidarias", de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano; la investigación FONDECYT Iniciación nº: 11130329, realizada por la Escuela de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Central; y un eje de trabajo en el gt Sociología Económica del Congreso Chileno de Sociología y de la Asociación Latinoamericana de Sociología.

Escenarios de las economías y las sociedades

Desde esas experiencias, retomamos antecedentes para informar a la comunidad sobre los estudios en economías. Algunas consideraciones generales señalan que el gerenciamiento mercantil de la vida, el cual se manifiesta como un modelo económico excluyente que mantiene y amplia las desigualdades al interior de las comunidades y los pueblos, ha silenciado, ocultado o impedido que se produzcan políticas públicas a nivel local y regional que contribuyan a institucionalizar las innovaciones sociales que realizan las personas y sus organizaciones, desde la horizontalidad en la toma de decisiones, el respeto y cuidado del medio ambiente, lasprácticas ecuménicas de las creencias y las relaciones de reciprocidad.

Esos silencios que generan brechas en la participación en los asuntos comunes, dibujan los principales problemas que hoy están en las agendas de los gobiernos locales y de los Estados de Latinoamérica y Europa, y que también se expresan en la vida cotidiana de las personas que reciben las consecuencias de los procesos de desproletarización, descampesinización y migración, o cuando se ven enfrentadas a la falta de los elementos que mantienen la creación, debido a la explotación de la tierra, los mares, las selvas, los bosques, los glaciales y los ríos.

Por su parte, las ciencias que abordan lo económico han visto cambios en sus agendas, toda vez que a los intereses por conocer los procesos de globalización neoliberal y marketizacion, se han agregado las inquietudes por estudiar las estrategias que construyen las personas que, siendo marginadas y/o excluidas de una forma de economía, recurren a su memoria, historia y proyecto de futuro para desplegar la propia.

Hacia fines del siglo pasado, el intercambio de resultados entre investigadores de los Estados Unidos y de Europa, fue conformando un área de estudio sobre las organizaciones sin fines de lucro. Uno de sus supuesto es que las economías de mercado de los países avanzados, no se basan exclusivamente en el modelo de negocio "con fines de lucro", sino que en una diversidad organizacional. Desde ahí, las búsquedas se han encaminado a identificar las particularidades de las empresas sociales dentro de las relaciones entre el mercado, la sociedad civil y las políticas públicas.

En Latinoamérica, el Movimiento de Economía Solidaria que emerge a fines del siglo pasado en el Foro Social Mundial de Brasil, propone valorar las innovaciones sociales de los sectores vulnerables para generar modos económicos. Además, subraya y retoma el comunitarismo indigenista.

En estas Economía Solidarias destaca la gestión social de producción, la racionalidad socioambiental, el trabajo cooperativo y las prácticas de reciprocidad. De esta forma, la Economía Social y la Economía Solidaria comparten tres condiciones elementales, a saber: Cooperación, Autonomía y Gestión Democrática.

A partir de esta breve descripción, podemos reconocer algunas inflexiones que produce la práctica de estas economías. Por ejemplo, el trabajo cumple un papel mediador entre la formación en la cultura de trabajo y la coordinación de las capacidades colectivas de la comunidad de trabajo. Además, hay un tránsito desde el trabajo entendido como la búsqueda individual de salario, hacia una concepción donde el trabajo es un proceso de transformación de las condiciones de la comunidad en la cual está la organización productiva, el emprendimiento, la empresa social o la organización no gubernamental. Por último, lo económico no sería solamente la conjugación de capital, tierra y trabajo. Además, habría recursos económicos no tradicionales que emergen en la convivencia, como la dignidad y el empoderamiento, la asociatividad y la creatividad colectiva, y la producción de conocimientos y tecnologías sociales.

(*) Docente e investigador de la Escuela de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Central de Chile.