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Niños, niñas y adolescentes en proyectos de CONYCIT. ¿Sujetos u objetos de investigación?

Por Caterine Valdebenito Larenas. Investigadora Centro de Mediación, Negociación y Arbitraje. Universidad central de Chile.

Hace unos días, recibí una solicitud de autorización para que los y las estudiantes de un segundo año de enseñanza media participen en un Proyecto de Investigación llamado La Última Frontera, juego histórico. Esta es una propuesta muy interesante, considerando las ventajas que presenta para un estudiante ser parte de un equipo de investigación, compartir con jóvenes de otros establecimientos, entre otros beneficios. Sin embargo al revisar el consentimiento informado que debía ser firmado por el/la estudiante y el adulto responsable, apareció una cláusula que llamo mi atención y que paso a copiar en forma textual:
"... por este medio, expresamente renuncio a cualquier derecho de inspección o aprobación del material que incluya mi participación o la del menor a mi cargo, así como los usos posteriores del mismo, en cualquier formato y plataforma, existente o por inventarse".

La redacción de este apartado, en mi opinión presenta incongruencias cuando es analizada a la luz de la doctrina de protección a la niñez, afectando gravemente el derecho a la información y a la decisión de los niños, niñas y jóvenes sobre los temas de su interés.

Del documento se desprende que la participación de los niños, niñas y jóvenes es necesaria y valiosa para que entreguen información respecto de si mismos, sus vivencias, experiencias e intereses a terceros desconocidos, los que utilizarán estos importantes insumos, sin que les asista el derecho de pronunciarse respecto del uso que harán de ello, adoptando la figura de objetos de estudio y no sujetos de derechos.

La invisibilización de los niños, niñas y adolescentes y sus derechos de opinión acerca de su participación en los temas de su interés, se muestra cuando se les niega la posibilidad de que los estudiantes colaboradores conozcan los resultados de su participación; es decir las imágenes y diálogos que serán utilizados y el lugar y contexto en que serán expuestos, impidiéndoles así la posibilidad que cambien de opinión y puedan ejercer el derecho de no participar si así lo estiman, lo que puede suceder si por ejemplo no les gusta la imagen que muestran y/o los comentarios seleccionados para su exhibición.

Ello hace recordar, la necesidad de profundizar la discusión sobre que significa en nuestra sociedad la niñez y la juventud desde el enfoque de derechos y como las instituciones deben ser garantitas para la aplicación de los derechos y garantías fundamentales, para avanzar en la construcción de una sociedad más democrática, participativa, integradora e inclusiva.