Lunes 14 de Octubre de 2013
El Decano de la Facultad de Ingeniería de la EAN, Colombia, conversó con nosotros en el marco de su estadía como invitado internacional del proyecto Ingeniería 2030.
La Universidad EAN de Colombia ha aumentado considerablemente su prestigio en los últimos años. Sus ingenieros son reconocidos en toda América Latina, y aún más, sus programas cuentan con certificaciones internacionales, tanto de Estados Unidos como de Europa.
Los buenos resultados no pasan por una cuestión de suerte; sino que son fruto de un trabajo realizado al interior de la casa de estudios en donde, según el Decano, se comenzó a mirar al futuro y a formar ingenieros a largo plazo.
"Colombia experimentó el mismo proceso que está viviendo Chile en cuanto a la formación de sus ingenieros, en donde participaron instituciones de educación superior, el gobierno y también las empresas. El país entendió que debía formar profesionales competitivos globalmente y las universidades comprendieron que debían revisar sus hojas de ruta para mejorarlas o simplemente crear nuevas", indica.
Es por eso que nos cuenta que el Programa Nuevo Ingeniero para el 2020 fue uno de los más relevantes en materia de reestructuración de la ingeniería en Colombia. Fue una iniciativa muy similar a la hoy ideada por Corfo en Chile, que permitió a las universidades replantearse las necesidades del país y también las del mundo.
¿Por qué cree que la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central está mirando a la EAN como referente?
En primer lugar me gustaría dejar claro que para nosotros como EAN es un gran privilegio establecer vínculos con la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central. Nos dio mucho gusto que nos pidieran opiniones sobre el trabajo que están llevando a cabo y que se interesen en nuestro modelo de aprendizaje.
Creo que el interés pasa por dos puntos importantes. En primer lugar, la EAN tiene muchas similitudes con la UCEN; somos una universidad de un tamaño similar, con un perfil socioeconómico de sus estudiantes muy parecido y tenemos además muchas equivalencias en la concepción misma de qué es la universidad, además del impulso al emprendimiento, los programas por competencia, etc.
En segundo lugar, creo que pasa también por la experiencia de la EAN en proyectos de ésta índole. Nosotros ya vivimos el proceso que acá se está realizando, de escuchar nuevas experiencias y hacer una construcción propia. Seguramente algo tendremos para aportarles.
Néstor Porcell destaca el equipo de trabajo involucrado en el proyecto 2030. Dice que son "profesionales muy abiertos a escuchar opiniones, a aprender de la experiencia del resto y que en ese sentido lograrán hacer una construcción muy interesante".
Independiente de la fase a la que se avance con fondos del Estado, el Decano colombiano recalca que es una gran oportunidad de identificar falencias, debilidades y generar oportunidades de mejoras. "En todo este proceso habrá un gran beneficiado: el estudiante, sin duda, y también los stakeholders en general".
¿Qué opinión le parecen los ingenieros de Latinoamérica?
Creo que si observamos a los ingenieros que egresan actualmente de universidades latinoamericanas, vemos que cuentan con todas las herramientas para poder desenvolverse en cualquier lugar del planeta, mucho más que antes. Hoy el mundo es muy abierto para todos, el transporte y la comunicación brindan mayores posibilidades en todos los ámbitos y no es de extrañar que universidades de Europa y de Estados Unidos tengan justamente plazas exclusivas para latinoamericanos. La relevancia y las competencias que tienen los ingenieros de América Latina los hacen cada vez más atractivos.
Uno de los puntos clave en el Proyecto ingeniería 2030 es el rol que debe asumir el académico, pues para lograr una transformación en los estudiantes es necesario también una trasformación desde quienes imparten el conocimiento. Al respecto, el Decano de la EAN es claro y recalca que "la mayoría de los profesores ingenieros han ejercido la ingeniería por años, tienen títulos de posgrado, pero no son profesores con estudios formales de pedagogía. Yo creo que una de las claves del éxito es que los profesores no deben ser profesores simplemente, sino que maestros que realmente quieran compartir su experiencia y conocimiento". Y agrega que "un buen profesor no es quien tiene el mejor libro bibliográfico, un profesor es aquel maestro que entrega su conocimiento, que permite que el estudiante se apropie de éste porque entiende que él no es el dueño".
Además, agrega que "para mí un ingeniero no es ingeniero en el minuto que termina sus estudios. En ese sentido yo participo mucho de modelos internacionales que señalan que uno egresa como un engineer in training, con capacidades. Sin embargo, uno es ingeniero cuando pone a prueba esas capacidades. En palabras simples el ingeniero no es ingeniero hasta que hace el puente", dice.
Finalmente, el Decano deja un consejo a los académicos de la Facultad. "A los académicos les aconsejo que se retroalimenten constantemente de lo que sucede afuera: estamos formando los ingenieros del futuro, pero con una visión extraña pues seguramente no conocemos todos los problemas que habrán en el futuro. No hay una receta exacta, sólo me queda decirles que cada organización establece sus propios modelos luego de un análisis minucioso de la realidad de sus pares y, así cómo observo este proyecto, estoy seguro llegarán a un excelente resultado que mejorará a formación y rendimiento de sus estudiantes".