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Lunes 4 de Noviembre de 2013

Los desafíos institucionales detrás del debate por el Ranking de Notas

Imagen foto_00000004Durante las últimas semanas, la inclusión del Ranking de Notas, o más bien el incremento de su ponderación, en el Proceso de Admisión Universitaria 2014, ha generado dudas respecto a cómo se puede mejorar el proceso de selección, con la idea de tener a los estudiantes más preparados, e incorporar mayor equidad dentro del proceso.

De acuerdo, a una investigación hecha por el Departamento de evaluación, medición y registro educacional (Demre) el uso del Ranking de Notas genera un impacto positivo en la selección de estudiantes a las universidades en los siguientes aspectos: beneficia a estudiantes de mejor desempeño escolar; estudiantes de menor nivel socioeconomico; estudiantes pertenecientes a establecimientos Municipales, Particulares Subvencionados y establecimientos más vulnerables; y estudiantes de genero femenino.

"Este beneficio se traduce en una mayor selección de este grupo de estudiantes y en una mejora sustancial en la preferencia en la que quedan seleccionados, teniendo un mayor impacto el movimiento de estudiantes entre carreras y universidades que el ingreso de nuevos estudiantes al sistema", concluye el estudio realizado por los investigadores Alejandra Mizala, Ignacio Ríos y Tomás Larroucau para el Demre.

Para el economista y director del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, David Bravo, el orden relativo de los estudiantes en sus cursos (colegios) tiene vinculación con el éxito posterior de los estudiantes. Pero esto, así como las notas de enseñanza media, dice el experto, parecen recoger no sólo los aspectos que un puntaje PSU refleja sino que también un conjunto de otros aspectos como disciplina, responsabilidad, persistencia, muchos de ellos factores no cognitivos esenciales para el éxito académico y profesional.

Pero más allá de a quién beneficia el Ranking de notas, hay otras dudas en torno a esta medida y que en medio de la polémica por su implementación a pocas semanas de rendir la PSU, han quedado afuera. ¿Este instrumento podría estar escondiendo las verdaderas deficiencias de la PSU? ¿Es necesario mayor institucionalización de la admisión universitaria? ¿Era preferible hacerlo gradual?

LAS VARIABLES DETRÁS DEL RANKING DE NOTAS

Durante el debate siempre se ha tratado al Ranking de Notas como un complemento de la PSU, en el sentido de que viene a incorporar variables inexistentes hasta ahora, y que beneficiará no sólo a aquellos con mejores promedios, sino además a una serie de sectores que se han visto rezagados por el sistema de selección universitaria.

En este contexto, es necesario preguntarse si este Ranking de Notas (ver tabla de 11 datos claves) viene a encubrir las deficiencias de la PSU.

Para el economista de la Universidad Católica, Ricardo Paredes, más que esconder falencias de la PSU, lo que hace el Ranking de Notas es medir otros aspectos que son complementarios entre sí. "Lo que ocurre es que la PSU con sus virtudes y defectos, recoge aprendizaje en materias precisas. Ese aprendizaje puede ser producto de lo bueno que es el alumno, o simplemente, de la suerte que tuvo de provenir de una familia que le pudo pagar un colegio caro, llevarlo a un pre universitario. La PSU mide aprendizaje y eso es valioso, pero no distingue el esfuerzo respecto del medio. Consecuentemente, la combinación PSU y ranking permite detectar dos dimensiones diferentes, ambas útiles para la selección universitaria".

Una apreciación que comparte David Bravo, quien señaló que "la PSU es un termómetro que está muy correlacionado con el nivel socioeconómico de los estudiantes, pero es  un termómetro que no se puede romper para bajar la fiebre. El ranking apunta a reflejar otros aspectos que son importantes y no medidos por la PSU".

Entonces, si el Ranking de Notas -que en la admisión 2013 fue usado por primera vez por las universidades del Consejo de Rectores (Cruch), ponderando sólo un 10%-  genera impactos positivos ¿dónde radica el conflicto por su implementación? Para algunos expertos el problema fue que el Cruch hizo oídos sordos a las críticas y no aceptó soluciones, como la de generar mayor gradualidad en su ponderación.

Para Enrique París, economista de la Universidad Central, el problema se origina en la institucionalidad del proceso de admisión universitaria, donde el Ministerio de Educación debería tener mayor participación en las decisiones.

"Creo que la institucionalidad para eso debe ser distinta, es decir, no es una definición (Ranking de Notas) que debe quedar en manos de las universidades. El ministerio de Educación debería tener una mayor injerencia en eso, porque hay una responsabilidad que es pública".

Una apreciación que comparte Paredes, pues sostuvo que como objetivo de la política pública el Estado debe tener mayor participación: "El mecanismo de admisión radica en las universidades y ellas son autónomas. Sin embargo, el Estado sí tiene mucho que decir, pues debe estar interesado en que los mecanismos sean objetivos, informados, y también consigan seleccionar a los alumnos que mayor posibilidad de éxito (permanencia y notas) tienen".

En esta misma línea, Bravo compartió la necesidad de que el Cruch avance en una mayor institucionalización en materia de admisión superior, tal como también se indicó en el informe Pearson, que establece las deficiencias que tiene la PSU. 

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Esta entrevista fue publicada originalmente en el diario Pulso en el enlace http://www.pulso.cl/noticia/economia/economia/2013/11/7-32618-9-los-desafios-institucionales-detras-del-debate-por-el-ranking-de-notas.shtml