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Viernes 12 de Mayo de 2017

Inversiones PS torpedean candidatura de Guillier e instalan clima de conspiración al interior del socialismo

Reportaje con el análisis del decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública, Marco Moreno

Imagen foto_00000001Por más de 14 horas imperó un férreo silencio en las filas del PS, uno que solo reflejó la magnitud del impacto que tuvo en el seno del partido la información difundida el miércoles en la noche, sobre las inversiones del patrimonio de la colectividad en acciones y bonos de empresas investigadas por la justicia, como SQM y Pampa Calichera, además de otras reguladas por el Estado en el rubro eléctrico, las autopistas y las sanitarias. Una tormenta que cae sobre el abanderado presidencial del eje progresista de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, en un momento débil de su carrera a La Moneda, pero que también afecta a la nueva directiva liderada por Álvaro Elizalde y su capacidad para sortear efectivamente esta crisis, que está alimentada por un clima interno de desconfianza y conspiración en las filas del socialismo.

Desde que en su horario prime “Ahora Noticias”, de Mega, difundiera la noche del miércoles su investigación sobre las inversiones PS, los teléfonos no pararon de sonar entre los militantes de la colectividad. Parlamentarios y miembros de la comisión política, que se enteraron mayoritariamente por el noticiario, llamaron insistentemente a los miembros de la mesa directiva sin éxito, no obtuvieron respuesta ni menos una línea de acción política de cómo enfrentar públicamente este temporal político, por lo que transversalmente la tienda se optó por un rígido silencio, nadie contestaba teléfonos ni mensajes, a la espera de que la dirigencia socialista –liderada por el ex ministro Álvaro Elizalde– diera alguna señal.

Desde antes de las 10 de la mañana, la mesa directiva del PS se atrincheró a puertas cerradas en la sede del partido, para sacar, casi cuatro horas después, un comunicado de cinco puntos, que no cumplió con las expectativas que había internamente en la colectividad, como forma de sortear esta crisis.

El texto explicaba que la administración financiera de los recursos del partido –que provienen de la indemnización y reparación por los bienes expropiados en dictadura– ha seguido “un camino de creciente transparencia autorregulada", que la comisión a cargo actúa con independencia de la directiva, que luego esa gestión de fondos fue entregada a una entidad financiera externa y que tiene “prohibición” de informar de los detalles a la mesa de la colectividad, que ningún militante se ha beneficiado personalmente con esos recursos y, para finalizar, acusó de información fragmentada a Mega, así como de aprovechamiento político a la derecha.

Desde ese momento el foco de las críticas internas apuntaron al mal manejo que, hasta ahora, ha tenido Elizalde del conflicto. A nivel parlamentario, entre diputados y senadores, se le cuestionó el largo silencio al que sometió al partido, la demora excesiva en salir a responder, la falta absoluta de autocrítica y de una explicación al mundo socialista, como también no haber informado a ninguna instancia interna de la bomba que explotaría, ya que a todo nivel en el PS comentaron ayer que el timonel estaba al tanto de la investigación periodística hace casi una semana.

Tiempo suficiente, se lamentaron los congresistas, para definir una estrategia política, marcar un liderazgo interno, haber preparado un manejo mejor desde el minuto uno en que se transmitió el reportaje, haber coordinado una bajada política colectiva a nivel parlamentario y de todos los ex presidentes del PS que convivieron en su gestión, con la comisión patrimonio, creada por un congreso general el año 2002. Otro de los cuestionamientos apuntó a que el timonel –en sus respuestas en el reportaje del canal– puso el acento público en tratar de deslindar cualquier responsabilidad a las administraciones pasadas, en circunstancias que él fue previamente secretario general del partido por cuatro años, entre 2010 y 2014.

Eran pocos los que ayer quisieron hablar públicamente. Molestos, incómodos o preocupados, la mayoría en el PS optó por la reserva. Sí habló el presidente de la Cámara de Diputados, Fidel Espinoza, quien lamentó que “la mesa de mi partido no asuma ninguna autocrítica, aquí tiene que haber una autocrítica. El PS no ha cometido ningún delito, pero hay errores inexcusables en las inversiones que se realizaron con empresas que son absolutamente cuestionables, que los diputados de este partido siempre hemos criticado (…). Hay un error inexcusable por parte de las directivas anteriores de nuestro partido, hay actores que se repiten y ellos debiesen asumir que cometieron un error y que ese error fue poner el dinero de todos los socialistas –obtenido de manera legal– en inversiones que a los socialistas nos ofenden”.

La crítica interna al manejo de la mesa directiva no es menor, cuando todos coinciden en que el impacto y daño que esta crisis genere al PS, a la campaña de sus parlamentarios para noviembre y a la candidatura de Guillier, depende en gran medida de la habilidad política para sortear la tormenta.

Es indiscutible que el hecho político más relevante para la carrera presidencial de Guillier fue que el comité central del PS, el 9 de abril, lo eligiera como su abanderado, por eso no es menor el impacto que lo sucedido puede tener en su campaña, cuando sistemáticamente ha ido a la baja en las encuestas, perdiendo más de 8 puntos de apoyo en los últimos tres meses y quedando al margen de la franja televisiva con miras a las primarias legales del 2 de julio.

El candidato del PR, el PS y el PC esperó, como todos, a que la directiva socialista se pronunciara antes de hablar y, cuando lo hizo, precisó que “para todos nosotros son hechos dolorosos que hablan de un tipo de política que no queremos, tenemos que ser muy fuertes y firmes en eso, estos hechos se tienen que investigar, aclarar y dar una explicación razonable al país”. Consultado por el daño que puede sufrir su campaña, rápidamente tomó distancia y recalcó que "yo no soy militante del Partido Socialista y tampoco tengo ese pasado de las prácticas que todos rechazamos. No creo que toque".

En el PS hay quienes consideran que Guillier no tenía mucho margen de acción, que desde que los partidos de la Nueva Mayoría lo proclamaron, automáticamente comenzó a bajar en las encuestas y que su performance de “independiente”, que tuvo hasta enero, le rendía mejores frutos. Pero son más en el socialismo los que advirtieron que, si sigue tomando distancia como lo hizo hoy, puede socavar la base de apoyo interno a su campaña y, en paralelo, dañar la conducción de Elizalde en el partido, considerando que el timonel fue uno de los artífices de que el socialismo eligiera al periodista como abanderado presidencial y no al ex Mandatario Ricardo Lagos.

El ex director de la Secom, Carlos Correa, planteó que es precisamente el apoyo del PS “lo que lo convierte en candidato, ese es el hecho fundamental, esa proclamación es la que lo marca, por eso debió no tomar distancia, está cavando su tumba, debió apoyarlos, porque, de lo contrario, se provoca un daño mayor a su candidatura”. El decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central de Chile, Marco Moreno, explicó que “si bien es una dato nuevo (las inversiones del PS), no constituye uno que cambie demasiado la percepción negativa de la opinión pública acerca de los partidos y de las prácticas de financiamiento de la política. Forma parte del imaginario del paisaje político y desde ese punto no es un factor desequilibrante (…) es una percepción muy difícil de cambiar con un pronunciamiento suyo, pero, dado el respaldo de la directiva de Elizalde a su opción, no puede salir a criticarlo, no puede seguir tomando distancia de los partidos”.

Las sospechas

Superado el shock inicial, en las filas del PS reconocían que las inversiones realizadas se convirtieron en un golpe fuerte para la reputación de la colectividad, pero también no pocos coincidieron en que, de paso, ha quedado en evidencia el fuerte quiebre del “ánimo societal” del partido, esa lealtad y confianza interna, esa decisión y modo de actuar que privilegia el bien común de la colectividad por sobre el individual. Varios se lamentaron ayer de que hasta ahora ha habido más preocupación por salvar el propio cuello que de sacar eficientemente a la tienda de esta tormenta y llevarla a puerto.

Las dudas se instalaron en el seno del PS y apuntaron durante toda la jornada, y desde la misma noche del miércoles, a uno de los propios como responsable de la filtración o, al menos, de entregar la hebra correcta para iniciar la investigación política. Todos en el socialismo escucharon la versión que circuló, respecto a que esto era una venganza política del senador Fulvio Rossi, que fue él quien filtró o colaboró, como una forma de instalar un empate con el partido, que lo criticó con dureza cuando fue involucrado en el financiamiento irregular de campañas por parte de SQM.

Muchos dudaron de esa posibilidad, reconocieron estar al tanto de la hipótesis, pero insistieron en que el parlamentario sería incapaz de instalar una bomba de ese calibre en el centro del partido para dañarlo de esa manera. Pero otros en la colectividad sí aceptaron tal versión, sacaron a colación que la actual pareja del parlamentario es Silvia Eyzaguirre –integrante clave del comando de Sebastián Piñera en materia de Educación– e incluso argumentaron que se sabía que Rossi ya había advertido a otro senador que él “no se iba solo” del Congreso.

Eso, porque el PS esta en evaluación la posibilidad de incluirlo en su plantilla parlamentaria para noviembre, decisión que la comisión política ha dilatado, pero que ha generado ruido en la colectividad –antes de que estallara el capítulo de las inversiones–, porque esa opción contraviene abiertamente la disposición establecida en el último congreso de la tienda, en que se prohibía postular a figuras cuestionadas o involucradas en irregularidades. Ahora, con algunas de las inversiones del patrimonio socialista en SQM –por un monto de 2 mil millones–, a lo menos se instala el doble estándar del discurso público del PS en ese punto.

Consultado al respecto por El Mostrador, el senador Rossi desmintió esa hipótesis y la calificó de ridícula.

La otra posibilidad que se barajó en el PS es que hay una operación política del piñerismo, precisamente para neutralizar al socialismo y a toda la Nueva Mayoría, a fin de evitar que durante toda la campaña presidencial se sigan cuestionando las zonas grises y ambiguas del ex Jefe de Estado en la relación entre su rol político y empresarial, graficadas en los casos Bancard y las dudas sobre su declaración de patrimonio que no contempló, al menos, unos mil millones.

El comunicado de la mesa PS apuntó a eso. "Esta declaración es para informar a nuestra militancia y a los chilenos, pues el reportaje emitido anoche por una estación de televisión, fue construido sobre la base de información fragmentada y desactualizada, lo que ha inducido a confusión en la opinión pública, y además se ha prestado para descalificaciones, entre otros, de Sebastián Piñera, con evidentes intenciones de aprovechamiento político y electoral, quien acaba de hacer su declaración de patrimonio con letra chica y ocultándoles información a los chilenos”.

En el partido dijeron que el reportaje era insidioso, que era factible que desde el mundo bursátil –donde el piñerismo tiene redes– se advirtiera de las inversiones del patrimonio socialista, que la derecha es la gran beneficiada con la información difundida, porque bloqueó el principal flanco de su candidato. No pocos repararon en que fuera Mega el medio de comunicación elegido, porque es considerado el canal “regalón” de Piñera, el que tiene la mejor relación con el abanderado UDI-RN y recordaron que el ex Mandatario vendió sus acciones de LAN a la familia –la madre y la tía– del dueño de la estación, Carlos Heller Solari.

Fuente: www.elmostrador.cl