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Viernes 26 de Agosto de 2016

Incógnitas y desafíos para el sistema de pensiones en Chile

Por Isabel González, académica Universidad Central de Chile.

El sistema previsional en nuestro país se encuentra en crisis, después que explotara el escándalo por la abultada jubilación de Miriam Olate, ex cónyuge del Presidente de la Cámara el Diputado Osvaldo Andrade, que alcanzaba a $5.200.000 de pesos mensuales, la que fue ordenada invalidar por el Contralor Nacional Jorge Bermúdez, por el pago indebido de un bono y por no cumplir con los requisitos para cotizar en DIPRECA, tema que fue recibido con una multitudinaria marcha de desconformidad y desconfianza por la ciudadanía, hacia el sistema actual de pensiones y una sensación de desigualdad social enorme. Inquietud frente a lo que se debió manifestar la Presidenta, con fecha 9 de agosto del presente año, proponiendo cambios al sistema de pensiones, donde dispuso pasar de un sistema de cotización y ahorro individual a un sistema mixto y tripartito, anuncio sobre el que ha seguido revelando la ciudadanía, por medio de cacerolazos y una reciente enorme manifestación en varias regiones del país, en que marcharon familias enteras en contra del sistema de las AFP y las propuestas del gobierno.

La verdad que la desconformidad de la comunidad, es total y producida por múltiples factores que se traducen en una gran incertidumbre de cómo enfrentaran el futuro económico los jubilados. Este es un tema que nos preocupa hoy a todos los chilenos, quién no está hoy jubilado y recibiendo pensiones insuficientes para sustentar sus gastos, está preocupado de su futuro, ignorando la forma como va a afrontar los crecientes gastos que se presentan después de jubilarse. Lo que preocupa también hoy a los jóvenes que están inquietos y quieren asegurar de algún modo su futuro y por otra parte no desean se vean menguada su remuneración mensual con el descuentos de un 5% a cargo del empleador anunciado, frente a la incertidumbre si estos fondos irán en beneficio solo de las pensiones más bajas o les reportará beneficios en las pensiones de todos los chilenos.
Con el anuncio de la presidenta, solo quedó claro que el gobierno no pretende volver al mismo sistema de reparto que existía en Chile hasta el año 1980. Proponiéndose, entre otras medidas, mantener y fortalecer el pilar solidario, con un aumento gradual de 5 puntos porcentuales de la tasa de cotización de los trabajadores, en un período de diez años, con cargo exclusivo del empleador. Fondos que no irían a la cuenta de capitalización individual, sino que servirían para crear un pilar de ahorro colectivo solidario.

Siendo así, estos cinco puntos de aumento que ascendería a 3.000 millones de dólares al año, para el pilar de ahorro colectivo, en la práctica es un pilar de reparto paralelo. Situación en que no queda claro como beneficiara especialmente a la clase media, dado que según los cálculos económicos esto solo alcanzará para los grupo más vulnerable de la población dejando a la clase media en peores circunstancias que las que se encuentra hoy, ya que su sueldo será gravado por un 5% más, que algunos llaman impuesto al trabajo.

Ahora bien, sin perjuicio de ser destacable que finalmente se incorpora este tema de manera urgente a la discusión y se fija un camino exento de posturas extremas, en el sentido de que no se va a volver al sistema de reparto, pero si se pretende perfeccionarlo, mediante un gran pacto nacional, queda todavía un gran proceso de acuerdos en cuanto a la forma como se repartirá este 5% de aumento en las pensiones y quién lo administrara, sobre lo que algunos proponen que sea el Instituto de Previsión Social, pero no sabemos de qué forma se invertirán dichos fondos.

Es así como entendiendo que con la creación del pilar solidario del año 2008, se hizo una gran contribución a la población más vulnerable del país, pero que no benefició a la clase media ni a las mujeres, se espera que esta propuesta no reitere estos mismos errores.

Por ahora con el sistema mixto que se propone, no se vislumbra la forma que beneficie prontamente a los actuales pensionados, si estos cinco puntos porcentuales de la tasa de cotización aumentará gradualmente en un plazo de 10 años.

Finalmente, otra incógnita que hay que dilucidar dice relación con utilizar una sola tabla de mortalidad, porque efectivamente ello termina con otra discriminación que afecta las pensiones de las mujeres. Pero, al igualar dicha tabla, definitivamente no se ve cómo se puede mantener la edad de jubilación de las mujeres, otro tema que causara una gran polémica. En fin esta recién comenzando un largo debate nacional sobre el tema que exigirá de todos mucha apertura y generosidad.