Click acá para ir directamente al contenido

Martes 7 de Julio de 2015

Goles son amores... ¿Copas? las copas se miran y se tocan

Por Pamela Ugalde, socióloga, docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Central.

Ganamos la Copa América. La ganamos todos, porque todos estuvimos ahí, sufriendo con cada partido, como sólo nosotros lo sabemos hacer. Lo sabemos porque estábamos acostumbrados a no ganar, a que pasara algo de última hora como el no de un travesaño, un contragolpe efectivo o tantas otras cosas del fútbol.

A pesar de esa sensación de permanente no triunfo siempre seguimos intentándolo, y lo hemos hecho en todos los ámbitos de la vida, porque así lo exige nuestra cultura del esfuerzo, en que lo importante es luchar, dejarlo todo en la cancha, aunque terminemos con las manos vacías. Esa cultura del esfuerzo es la que nos permite seguir en pie, sin ella habríamos claudicado al no ver recompensas a los frutos de nuestro trabajo.

Pero el sábado algo cambió, nuestro trabajo fue recompensado, y pasamos a estar del lado de los vencedores, pasamos a saborear la recompensa del trabajo efectivo, pasamos a sentirnos merecedores de triunfos. Esa nueva experiencia vital puede - y espero que así sea- traer consecuencias importantes en nuestra instalación en el mundo, sobre todo para los más pequeños. Crecer sabiendo que sí se puede es distinto a crecer intentándolo una y mil veces sabiendo que el triunfo nunca ha pasado por nuestras manos.

Esta copa del fútbol, un deporte multitudinario y transversal, puede traernos muchas cosas buenas, porque nos pone de pie frente a un horizonte que nos espera, nos permite ver oportunidades en el futuro y nos obliga a seguir soñando.