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Falta de piso político dificulta la realización de reformas claves

Las dificultades que se le han presentado al Gobierno para avanzar en temas relevantes del país como la reforma educacional, tributaria, del sistema de salud, o reformas políticas, asoman como un mal que acompañará hasta el final el mandato del Presidente Piñera.

Así lo consideran analistas al hacer un repaso del complejo cuadro político, marcado por tensiones y acusaciones entre el oficialismo y la oposición, pero también al interior de las mismas coaliciones.

Sin consensos
"En Chile hoy no hay consensos, y los temas están siendo instalados desde varios sectores asociados a movilizaciones sociales", explica el director de Ciencia Política de la Universidad de Chile, Guillermo Holzmann. Para él lo más probable es que las fuertes diferencias que han expresado en temas relevantes la derecha y la Concertación se extiendan hasta el próximo año, en que podrían agudizarse los conflictos entre ambos bloques, en el marco de las elecciones presidenciales y parlamentarias.

"Lo más seguro es que se va a prolongar la falta de acuerdos... la insuficiencia del Estado para resolver demandas sociales, particularmente dejan una situación crítica al sistema y con una gran necesidad de cambio, y ahí estaremos hablando de la necesidad de una reforma constitucional", manifiesta Holzmann, añadiendo que "las próximas presidenciales van a estar marcadas por temas como las grandes reformas que el país necesita".

Sin agenda clara
El cientista político de la Universidad Central, Marco Moreno, coincide en que la falta de consensos o acuerdos políticos impedirá avanzar en temas relevantes para el país.

Además, endosa una importante responsabilidad de ello al Gobierno, que "se ha ido descapitalizando políticamente".

"El Gobierno ha perdido mucho con las movilizaciones, y si a eso le sumas que es un Gobierno sin mayoría en el Congreso, se ve obligado a negociar sus proyectos de ley", dice el catedrático, agregando que "en virtud de eso, no tienen el control sobre la agenda, que por eso está siendo puesta por otros actores y no por el Gobierno, que tiene un cuadro complejo para gobernar y legislar en estas materias".

Moreno advierte que "hay una seguidilla de hechos, como el informe sobre las listas de espera del AUGE, la Estrategia Nacional de Defensa, o el caso Jonhsons... una serie de cosas que enrarecen el ambiente político, y problemas internos que hacen un panorama complejo".

"Inmadurez cívica"
Ante la reciente posibilidad de una Asamblea Constituyente, ambos expertos ven que difícilmente pueda prosperar un acuerdo.

"Una asamblea contituyente implica tener madurez cívica para poder llevarla a cabo, desde esa perspectiva es evidente que esa madurez no se encuentra legitimada, reconocida, a nivel político, porque todas las reformas contitucionales no necesitan solo apoyo social, sino apoyo de la elite, y hoy la elite -empresarios, medios de comunicación, partidos políticos, organizaciones sociales-, si se abre la puerta a un cambio, el futuro es incierto. En conclusión, si la asamblea constituyente es respuesta a lo que ha pasado, estamos cerca de un precipicio. Hay que recordar las experiencias de países vecinos como Bolivia o Ecuador, que tuvieron procesos conflictivos", explica Guillermo Holzmann.

La fuerte crisis de representatividad
Según explica Marco Moreno, no es claro que la oposición saque dividendos positivos de propuestas como una Asamblea Constituyente. "Es que la oposición y la Concertación tampoco tiene mucha claridad, porque ellos no capitalizan las desprolijidades del Gobierno. Al Gobierno le va mal, pero a la Concertación no le va mejor, y eso tiene que ver con una crisis de representación política muy profunda, que a uno le puede hacer pensar que fórmulas populistas no van a tener un éxito mayor", señala.

Esta noticia fue publicada originalmente en el portal El Mercurio de Valparaíso en el enlace http://edicionimpresa.soychile.cl/valparaiso/2012/08/21/full/14/