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Lunes 17 de Diciembre de 2012

Experto italiano visita la UCEN y analiza las Pymes como motor integrador económico y social

Imagen foto_00000006En estos últimos años, no se ha reflexionado mucho sobre el modelo de desarrollo porque la mirada dominante se ha enfocado en la oferta y la acumulación”, fue una de las conclusiones centrales a las que arribó el destacado profesor italiano Francesco Cossentino quien dictó una conferencia sobre las Pymes como motor de desarrollo económico local y su análisis desde el modelo emiliano –imperante en la región italiana de Emilia Romagna- organizada por la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FACEA) de la Universidad Central.

Cossentino, economista y por años estudioso del modelo de desarrollo de la pujante región itálica, agregó que, precisamente por esa ausencia reflexiva, “el desarrollo se ha transformado en una suerte de caja negra, donde dentro uno pone lo que sirve para la ocasión, entonces, el capital humano y la investigación, están enfocados a la contención de los costos”.

Al exponer sobre las dinámicas de desarrollo que caracterizan a Emilia Romagna, el especialista destacó dos aspectos fundamentales: la presencia de pequeñas empresas en un contexto de desconcentración productiva, pero que al mismo tiempo se complementa con un segundo elemento, la integración social que caracteriza este modelo.

“Esto es muy importante porque cuando hablamos de pequeñas empresas, siempre tenemos que tener presente una distinción entre la pequeña empresa que actúa de forma aislada y aquella que actúa dentro de un contexto más integrado”, precisó el académico.

En términos de cifras, tal distinción es relevante por cuanto las estadísticas señalan que en Italia el 80% del empleo es producido por la pequeña empresa y, en particular, el 70% del empleo se concentra en la microempresa, es decir, la que tiene entre uno y 10 empleados.

El modelo emiliano

En la década de 1970, grandes empresas sufrieron graves dificultades y aumentó la cesantía en Europa, producto de una fase recesiva en la economía. Hubo algunas localidades industrializadas que resistieron la crisis, especialmente por su especial dinamismo, un amplio predominio de las pequeñas empresas y la agrupación de estas en sistemas territoriales con diversos niveles de especialización sectorial.

Es el caso de Emilia Romagna, una región italiana cuya localización estratégica en el centro de Europa la sitúa en el duodécimo lugar en nivel de renta per cápita en ese continente, por su amplia red de pequeñas y medianas empresas dinámicas y altamente tecnologizadas donde destacan sectores como la industria alimentaria, textil-confección, madera-muebles, cerámica, sector metal-mecánico y maquinaria.

“Quiero destacar en la formación de esta experiencia central, el rol de las instituciones locales definidas como instituciones intermedias, no la empresa individual, no el gobierno central, sino que, por ejemplo, la administración local del territorio y, especialmente, las asociaciones de artesanos que tuvieron un rol fundamental a nivel territorial”, dijo Cossentino.

En ese sentido, relevó el rol del sistema de formación con institutos técnicos municipales, que fueron esenciales en la formación de las competencias técnicas para la industria mecánica; y los pequeños bancos.

“La banca local tiene mucho arraigo en el territorio y viene de una antigua tradición del siglo XIX donde nacieron bancos rurales, bancos de pequeños créditos, cajas de ahorro… son muy importantes porque son bancos que conocen el territorio y las personas, entonces, pueden evaluar de forma mejor las inversiones”.

Avanzando en su exposición Cossentino destacó que lo más importante del modelo “es destacar las conexiones, el proceso de diversificación que supo ponerse en marcha en este territorio y para favorecer estas conexiones, es fundamental el contexto social e institucional del territorio”.

Ante la premisa exitosa del modelo emiliano que ha servido de inspiración en el ámbito académico para generar categorías de análisis y estudio, Cossentino dijo que “los modelos no se importan ni se exportan, porque son la cristalización de determinados momentos históricos. Lo importante es confrontar modelos distintos para ver conexiones, para poder aprender y empujar a cambios”.