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Martes 25 de Noviembre de 2014

Expectativas económicas empresariales: las cifras que esconden el diálogo

Por.- Roberto Castro Tapia, decano Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas.

Imagen foto_00000002Según la última encuesta ENADE sobre expectativas económicas empresariales, el 40,5 % de los empresarios califica el año 2014 como malo y un 10,7% como muy malo. Una primera lectura de las cifras instala la opinión de que el 52,1% de los empresarios considera que éste ha sido un mal año en términos económicos.

Sin embargo, ante la pregunta por las perspectivas para 2015, un 43,6% considera que serán similares y un 15,4%, mejores. En resumen, un 59% - la mayor parte del empresariado- estima que el próximo año será igual o mejor que 2014, percepción que podría estar marcando un punto de inflexión en las expectativas de los agentes económicos, hacia un horizonte más favorable.

Respecto de los indicadores económicos, las expectativas de los empresarios no están fuera de los rangos previstos por el Banco Central. En su mayoría no esperan grandes sobresaltos en el desempleo, el precio del dólar, la inflación ni en la tasa de interés. La diferencia significativa es sobre la tasa de crecimiento del PIB: el ente emisor la sitúa en torno al 3%, mientras los empresarios esperan menos de esa cifra para 2015.

Lo relevante de la encuesta es que arroja una percepción de futuro inmediato sin  grandes diferencias entre la mirada económica de las autoridades y las del empresariado, por tanto se requiere del diálogo que transforme estas posiciones cercanas en acuerdos de mediano plazo para impulsar la economía en el presente y retomar la senda de crecimiento potencial.

Los empresarios manifiestan mayoritariamente (91,2%) que Chile no está dando los pasos necesarios para aumentar su competitividad en el escenario mundial. Esta es sin duda su mayor preocupación refrendada por un 78,7% que dice tener plena conciencia de que la productividad es la variable clave para el desarrollo económico futuro.

Muchos son los llamados que el sector privado ha hecho al Gobierno para que aumente los espacios y oportunidades de diálogo. Bien vale la pena, entonces, explorar en la disposición de los empresarios hacia el diálogo, más allá de las declaraciones de los dirigentes gremiales y más aún cuando en la encuesta ENADE, frente a la consulta de si en Chile se avanzará hacia una mayor cooperación público-privada, el 82,4% manifiesta su total desacuerdo.

La pregunta es inevitable: ¿el empresariado hará el esfuerzo de dialogar si no cree que vaya a llegar a acuerdos con el sector público? Y por tanto ¿tiene una real voluntad de dialogo?

Las interrogantes se agudizan cuando en el mismo sondeo, el empresariado considera mayoritariamente (85,9%) que durante el 2015 no se observará una buena disposición para lograr acuerdos entre Gobierno y oposición, lo que refleja una falta de confianza en que uno y otro sector político tengan la capacidad suficiente de lograr acuerdos nacionales.

Nuestro país requiere del diálogo público-privado para hacerse cargo de la competitividad y la productividad, así como también de la forma en que el Estado garantizará derechos ciudadanos en materia de salud y educación.

ENADE es el escenario en que ambos sectores podrán dar pasos significativos para aumentar las oportunidades de diálogo, dejando atrás discursos ideológicos escuchados en el último tiempo. En ENADE el empresariado es el anfitrión y, como tal, hace el primer brindis. Esperemos uno… por Chile.