Jueves 24 de Enero de 2013
Por segundo año consecutivo, los jóvenes de la Ecuela de Enfermería estuvieron una semana en la isla de Chiloé, donde realizaron sus trabajos de voluntariado en conjunto con la Corporación Municipal de Castro.
Los estudiantes de primero a cuarto año de la carrera arribaron a la isla y distribuyeron su labor en siete sectores rurales, principalmente en comunidades huilliches como Nelcón, Chilchilco, San José, San Pedro, Quilquilco, Las Chacras y la isla Chelin.
Estos sectores comprenden una población de más de 4.000 habitantes, con una alta dispersión en el territorio y de complejo acceso tanto para visitarlos, como para que las personas puedan contar con ciertos servicios básicos.
Entre las actividades que realizaron los futuros enfermeros y enfermeras estuvo la capacitación para los técnicos paramédicos, dirigentes sociales, cuidadores de pacientes postrados y la comunidad en general, en temas como autocuidado, prevención de salud, reforzamiento con técnicas básicas de enfermería, vida saludable y promoción en salud.
Estudiantes de Terapia Ocupacional viajaron al norte
En tanto, este año los alumnos de la escuela de Terapia Ocupacional realizaron sus primeros trabajos voluntarios, en la ciudad de Antofagasta.
Los jóvenes de primero, segundo y tercer año, que ya en el invierno habían realizado trabajos similares en Quillota, se contactaron con la corporación municipal de la ciudad, quienes los ayudaron a programar las actividades.
Éstas consistieron principalmente en el apoyo a dos centros de salud familiar, Juan Pablo II y Corvalis, en la zona norte de Antofagasta. Allí, el equipo realizó talleres de autocuidado orientado a las personas postradas, en los cuales se aplicó el test de Zarit, que mide el nivel de sobrecarga y estrés del cuidador y le entrega sugerencias para que mejore su calidad de vida y participación social.
En las visitas a domicilio a pacientes postrados, los estudiantes evaluaron las condiciones ambientales de los hogares, y en aquellos con peores condiciones o necesidades, se realizaron adaptaciones para mejorar la accesibilidad, como la instalación de barras de apoyo en los diferentes lugares de las viviendas -como el baño, pasillo o entrada principal-, además de entregar sugerencias de modificaciones domésticas para mejorar el desplazamiento e independencia de las personas al interior de sus hogares.
Daniela Morales, coordinadora de los estudiantes, comentó que tienen a su cargo pacientes de dependencia leve, moderada y severa y que, aparte de eso, han hecho talleres en centros comunitarios. "Estamos muy contentos, esto es muy positivo, hemos fomentado la participación y contacto con la comunidad, la cercanía con la gente, ayudando de manera creativa, porque esta zona tiene muy pocos terapeutas ocupacionales, así que ha sido un gran aporte nuestro trabajo y a la vez esto ha potenciado nuestra formación profesional", concluyó la estudiante.
Es importante señalar que los casi 60 estudiantes que participaron en estos trabajos de verano, tanto en Chiloé como en Antofagasta, recibieron el soporte integral de la Dirección de Apoyo y Vida Estudiantil DAVE y de la Facultad de Ciencias de la Salud, en cuanto a logística, orientación, recursos y coordinación de ambos viajes.