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Martes 23 de Julio de 2019

Estudiante iquiqueña recibe premio por primer lugar en concurso ‘Ideas para Vivir Mejor’

Tras la evaluación realizada por un jurado calificador y luego del proceso de votación online de las 3 mejores propuestas valoradas por los expertos, el proyecto elaborado por 2 estudiantes de Iquique salió electo como el ganador.

Imagen foto_00000004Con el proyecto ‘Educando aprendo a compostar’, Javiera Álamos y Catalina Erices, alumnas del Colegio Lirima, de la ciudad de Iquique, fueron las ganadoras del primer lugar del concurso ‘Ideas para Vivir Mejor’ organizado en 2018 por la actual Escuela de Arquitectura y Paisaje de la Universidad Central, el cual ofreció como premio un notebook de última generación.

El premio fue entregado a Javiera Álamos, quien en nombre del equipo lo recibió de manos de los profesores Uwe Rohwedder, director de las carreras Arquitectura y Arquitectura del Paisaje, en compañía de Miguel García, secretario de Estudios de ambas carreras.

El concurso convocó la participación de estudiantes de liceos o colegios que cursaran segundo, tercero o cuarto de enseñanza media de todas las regiones de Chile, quienes tenían la posibilidad de inscribirse y participar de manera individual o bien grupal, con un máximo de tres integrantes. El objetivo tras esta instancia era poder generar sensibilización y reflexión en torno a cómo se vive actualmente y en función de aquello, proponer soluciones creativas en favor de cómo se desea vivir.

Las temáticas a abordar eran: cambio climático; ciudad y crecimiento urbano; espacios públicos. Las ideas fueron presentadas en formato de afiche tamaño A3 o en videos de tres minutos de duración, donde el eje fundamental se centró en proponer una mejora en la calidad de vida en sus ciudades (aprovechando los espacios naturales, el reciclaje, manejo de residuos, la recreación en los espacios públicos, etc.).

Las estudiantes iquiqueñas obtuvieron el primer lugar con un proyecto en formato afiche, el cual denominaron 'Educando aprendo a compostar' a través del cual propusieron un modelo para aplicar en su colegio, donde se aprovechan los desechos orgánicos para crear abono natural, una solución en pos de enmendar el suelo nortino, caracterizado por su salinidad.

El concurso contó con el patrocinio del Instituto Chileno de Arquitectos del Paisaje (ICHAP), la Fundación San Antonio Siglo XXI, Cultura Mapocho y Santiago Adicto.