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Lunes 11 de Noviembre de 2013

Economista sueco Stefan de Vylder expuso sobre crisis del euro

La inviabilidad de la unión monetaria europea que aglutina a países que ostentan disímiles y oscilantes niveles de desarrollo, fue una de las principales conclusiones a las que arribó el destacado economista sueco Stefan de Vylder en su charla “La Crisis del Euro”, actividad académica que contó con una masiva concurrencia estudiantil y que fuera organizada por el Instituto Chileno Sueco de Cultura, la Escuela de Economía y Administración de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FACEA) de la Universidad Central y la Dirección de Relación Internacionales de esta casa de estudios.

“El problema principal de la zona euro es que hay una marcada diferencia de competitividad internacional entre los países miembros. No es posible una unión monetaria entre 19 países tan diferentes y con niveles de desarrollo distintos”, dijo el experto.

Exhibiendo contundentes cifras macroeconómicas en su presentación, De Vylder hizo un parangón entre las cinco economías más críticas de la zona, como Irlanda, España, Portugal, Italia y Grecia; versus Alemania, país que junto a Luxemburgo es de los más potentes.

Fue en ese contexto que el sueco recordó que mientras esos cinco países han visto radicalizada la disminución en el crecimiento del PIB hacia el segundo semestre de 2013, Alemania ostenta cifras positivas superando el 2%. La cesantía promedio alcanza el 19,3% entre los países críticos, mientras que en el caso alemán, ha bajado desde un 11,1% en 2005 a un 5,2% en 2013; y el déficit fiscal promedio en la zona ascendía a un 6,4% ya en 2009, siendo los germanos, precisamente quienes han logrado revertir esta situación.

“Estas diferencias han aumentado tras la unión monetaria, profundizando un problema estructural”, puntualizó el especialista, al tiempo que advirtió que no se puede mantener una política económica de cambio fijo con economías tan asimétricas. “Es difícil compartir moneda con un país tan potente como Alemania”, precisó De Vylder y reparó, incluso, en la fragilidad de la democracia ante los vaivenes económicos.

“Es difícil mantener la democracia con una política de cambio fijo. O se resiente el sistema político o lo hace el sistema económico”, recalcó el economista quien, además, reveló el inestable panorama político europeo al señalar que “fuerzas políticas siniestras se están apoderando de la situación; culpan a los emigrantes, a los gitanos y, usando un lenguaje populista están creciendo, haciendo peligrar la democracia”.

Hacia el final de su exposición, el investigador recordó que la Unión Europea fue creada con el fin de fomentar la paz en el “viejo continente” y resulta que “terminó fomentando la animosidad entre los países y creó tensiones innecesarias”.

“La única solución-añadió- es disolver la unión monetaria y acabar con el cambio fijo. Alemania debería liderar una salida ordenada, como economía fuerte. Si cada país tiene moneda, tasa de interés y política económica propia, habría más paz”.

Desigualdad y cohesión social

Tras la exposición de Stefan de Vylder, intervino el economista y ex rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Juan Guillermo Espinoza, quien redondeó la charla señalando que “vivimos una  nueva forma de capitalismo, globalizado, y donde aún está vigente el modelo económico neoliberal que nos llevó a la crisis y que se ha reacomodado”.

El académico se refirió al euro como una unión monetaria a medias y débil, que no puede funcionar sin la coordinación de los presupuestos fiscales de los países y que no se hace cargo de las diferencias culturales entre ellos.

“El sistema bancario globalizado parece estar por sobre los gobiernos y los países. Hoy, la economía manda sobre la política y, dentro de la economía, es el sistema financiero, el dinero, lo que manda sobre la economía”, sentenció.

Finalmente, Espinoza concluyó que, a merced de la crisis, Europa no puede abandonar su tradición garante del bienestar social. “Esta es la fuente de las odiosidades, porque –agregó- cuando hay desigualdad se destruye la cohesión social, se destruye el pegamento que se necesita para mantener la equidad y el desarrollo”.