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Lunes 2 de Septiembre de 2019

Destacada investigadora expuso su propuesta de marco teórico para un sistema alimentario sostenible

Ingeniera agrónoma de la Universidad Católica, Betsy Ojeda, mostró los resultados de sus investigaciones ante el Grupo de Estudios de Política Alimentaria (GEPA)

Sobre la idea de un sistema alimentario sostenible basado en teorías y estudios que le permitieron llegar a establecer su propia tesis respecto de cómo concebirlo, la ingeniera agrónoma de la Universidad Católica, Betsy Ojeda presentó los resultados de sus investigaciones en una nueva reunión del Grupo de Estudios de Política Alimentaria (GEPA) de la Facultad de Economía, Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central.

En el encuentro, al que asistieron investigadores, tesistas y estudiantes de disciplinas vinculadas a los agronegocios, la sociología, la ingeniería medioambiental, las ciencias políticas, la biotecnología y la ingeniería en alimentos, Ojeda expuso su propuesta de marco teórico para una alimentación sostenible.

La pasante de la Dirección de Sustentabilidad de la Universidad Católica, desarrolló su idea central estableciendo como distinción inicial, la diferencia entre lo alimenticio y lo alimentario.

“Lo alimenticio, se basa en la nutrición, es decir, que tiene la propiedad de alimentar, en cambio, lo alimentario es bastante más amplio; tiene que ver con lo sistémico, con procesos y redes”, definió.

Así, para la investigadora, “lo más sustentable que existe es el ecosistema natural, donde ocurren procesos metabólicos y sus ciclos funcionan por sí solos”, razón por la cual decidió tomar este modelo de la naturaleza como guía a la hora de diseñar un marco teórico para un sistema alimentario.

La propuesta de Ojeda considera la matriz de la naturaleza, pero le añade elementos como la tecnología, el territorio, el sistema social, la economía y la gobernanza, y fundamentalmente plantea que un sistema alimentario es un subsistema social compuesto por cinco etapas: generación de los alimentos, distribución y transporte, preparación, consumo y gestión de residuos.

“Un sistema alimentario- propuso la investigadora- tiene diversos fines en relación con la provisión de alimentos crudos o elaborados que van más allá de satisfacer una necesidad biológica nutricional; también satisface aspectos sociales, psicológicos, económicos, políticos, simbólicos, religiosos y culturales”.