Viernes 18 de Octubre de 2013
Señor Director: Con la ratificación del ingreso de Chile al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se vuelve a sentar la iniciativa de realizar una reforma al organismo, cuestión que fue avalada por el presidente Piñera durante su intervención en las Naciones Unidas.
En el desafío de ampliar sus miembros, incorporando nuevas potencias, Piñera apoyó la inclusión de Brasil, lo que había hecho explícito el ex presidente Lagos, en su oportunidad, y adicionó en su respaldo a Alemania, Japón e India, que hace años están demandando ser parte de este Consejo.
Pero además apuntó al núcleo de poder de esta entidad, que es el derecho a veto, que tienen los ganadores de la segunda guerra mundial, que responde según el mandatario a un mundo antiguo, que ya no existe y que se debe reemplazar por quórums especiales.
No podemos más que compartir este planteamiento, porque el Consejo de Seguridad es donde se toman las decisiones claves de las Naciones Unidas. Es donde se pasa de la retórica a la acción.
Pero si tenemos en cuenta, que las potencias mundiales se caracterizan por fijar las reglas del sistema internacional, y el veto les otorga un poder que no tendrían si lo abandonan, como lo apreciamos cuando Rusia lo ejerció frente a Estados Unidos para impedir el ataque a Siria, es realista pensar, que a pesar de lo contundente de los argumentos, es probable que se quede como una propuesta más, que muchos comparten, menos los que debieran hacerlo para cambiar la situación.
Carla Vidal Aiach
Magíster en Ciencia Política, mención Estudios de Defensa
Docente de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Central
Carta al director publicada en los diarios: