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Jueves 2 de Marzo de 2017

¿Cómo impactan las últimas revelaciones la candidatura de Piñera?

Columna de opinión del Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública, Marco Moreno

Imagen foto_00000001Se ha sostenido que el ex Presidente Piñera -tal como ocurrió en su momento con la Presidenta Bachelet- estaría blindado por una suerte de traje de teflón, al cual las críticas le resbalarían entre otras cosas porque la gente "ya lo conoce y lo acepta así". Lo anterior, se relacionaría con su conocida compulsión por los negocios.

Esta creencia explicaría cómo, a pesar de su recurrente exposición en los medios, al escrutinio público en relación con situaciones de conflictos de interés y a los ataques "canallescos" del gobierno y la Nueva Mayoría (NM), Piñera resistiría -como el teflón- la erosión de su base de apoyo en la opinión pública.

La pregunta empírica que surge entonces sería: ¿Impactan en sus opciones electorales este tipo de revelaciones? Intentar una respuesta no parece sencillo, porque hasta ahora se utiliza como argumento único su desempeño en las encuestas. Estas no reflejarían -por ahora- una caída en su nivel de apoyo, el que se mantendría estable -o estancando si lo leemos en clave de techo de intención de voto- desde agosto de 2016.

Las encuestas se complementan desde el entorno de Piñera con un discurso justificatorio que centra su argumento en que el ex Presidente sería una persona que posee un patrimonio muy importante -de muchos millones de dólares-, que naturalmente tiene que invertir de alguna manera y que mientras no haya irregularidades o ilícitos claros asociados a dichas inversiones, los efectos de los cuestionamientos serían marginales.

Lo cierto es que hay un efecto. Podemos discutir acerca de su dimensión, pero la idea de que los candidatos tienen un traje de teflón que los blinda no es real.

Los apoyos a un determinado candidato no son unidimensionales. Piñera es un candidato cuyas principales debilidades son la lejanía y falta de confianza. Por cierto también posee fortalezas que le permiten hasta ahora mantener una base de apoyo que se asociaría con un electorado "duro". Pero el resultado electoral es finalmente el producto de la valoración y procesamiento que hacen los ciudadanos de las debilidades y fortalezas en su conjunto de un candidato para decidir o no votarlo.

Lo que ocurre es que hay ejes donde los candidatos son fuertes y otros que representan una mayor debilidad. Si se atacan los ejes fundantes de una candidatura que tengan una mayor componente de debilidad -como podría serlo la credibilidad o confianza en el caso de Piñera-, la posibilidad de erosionar el capital político de un candidato puede ser más eficaz desde el punto de vista de sus adversarios.

Piñera no ha sido claro y explícito, y aquí radica la amenaza en sus atributos de credibilidad y confianza. El flanco abierto de sus eventuales conflictos de interés será su principal dificultad en esta campaña y donde sus rivales nuevamente ven una oportunidad.

Su fórmula para resolver el tema de sus negocios e inversiones que le permitan hacerlo compatible con su rol en política ha estado a medio camino entre un fideicomiso absoluto -administrado por un ente internacional y sin conocimiento por parte de él, y la plena información en una lógica de trasparencia total de sus negocios. Su fórmula intermedia lo deja siempre expuesto y en el margen está afectando sus opciones, lo que se evidencia en el estancamiento en las encuestas. En los hechos Piñera se sigue exponiendo al no resolver adecuadamente su situación patrimonial y a juzgar por los hechos que conocemos no lo ha resuelto adecuadamente bien.

Se han instado una vez más las dudas sobre el ex Presidente. Una hipótesis que no podemos descartar es que estas guarden relación con la sospecha de que puedan existir más transacciones comerciales y financieras en el límite de lo razonablemente aceptable para el actual estándar de la sociedad chilena en materia de trasparencia y confianza. Podría ser en el temor a esta vara para evaluarlo donde el propio ex Presidente -y su entorno más estrecho- vea las amenazas a su candidatura, más que en sus potenciales adversarios internos -como el senador Ossandón o los Kast- o en el confuso panorama de liderazgos presidenciales en que se encuentra el oficialismo de la Nueva Mayoría.

Así, las acechanzas que hoy preocupan al ex Presidente Piñera se ubican del lado de sus miedos al descubrimiento o conocimiento de nuevas y audaces transacciones en el límite, que no harían sino confirmar las dudas acerca de su real voluntad de separar los negocios de la política. Si esto se llegara a confirmar, la posibilidad de tener que abandonar la carrera presidencial no es un escenario que podamos descartar a priori. Otra vez, el fantasma de la radio Kioto y sus efectos sobre su credibilidad se ciernen sobre el ex Presidente Piñera.

por MARCO MORENO
Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Leiden (Holanda), magister en Ciencia Política por la Universidad de Chile) y profesor de Historia (UMCE).
Profesor e investigador en el área de gobierno y asuntos públicos.
Decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central.

Fuente: www.t13.cl