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Jueves 1 de Junio de 2017

Ciberbullying, un enemigo al acecho

Psic. Luis Alemán Rodríguez, Facultad de Ciencias de la Educación Universidad Central de Chile

Psic. Luis Alemán Rodríguez

Recientemente se lanza en nuestro país el libro escrito por la lexicógrafa argentina María Antonia Osés, titulado “Diccionario Paidós de Bullying y Ciberbullying”, desde el cual se abordan términos y conceptualizaciones que resultan imprescindibles de tener en cuenta a la hora de visibilizar aquella parte de un fenómeno conocido pero no abordado en profundidad como es el Bullying y de una de sus expresiones menos tratadas y casi invisibilizada como es el Cyberbullying.

 

El libro, orientado a educadores y adultos en general se constituye desde el esfuerzo que implica reunir en un texto digital, conceptos que sean entendibles para padres y personas no tan embarcadas en esta tarea de estudiar e investigar acerca de la violencia en los espacios de convivencia humana. Se agradece particularmente porque invita a enfocarnos como padres y educadores, en un espacio de construcción potencial de violencia, como lo son las Redes Sociales. Tan solo basta mencionar que, según cifras del MINEDUC, del total de 228 mil casos de violencia y acoso que se ejercieron en el año 2016, 11.400 fueron en el marco de las redes sociales, fundamentalmente Facebook y Whatsapp.

Según Parry Aftab,  abogada,  investigadora y directora ejecutiva de la página dedicada a denuncias de acoso cibernético WiredSafety.net, se denomina Acoso Cibernético a aquel que se ejecuta entre menores de edad, no siendo así cuando en esta dinámica se ve implicado al menos un adulto, lo cual define al acto en sí mismo como Hostigamiento Cibernético o Ciberpersecusión. En ambos casos, al igual que las formas más usuales de acoso, son directas o indirectas, siendo este último mucho peor que el primero dado que, en muchas ocasiones se utiliza una identidad ajena al que realiza el acto en sí mismo.

En tanto, el sitio “Social Networking” ya en el año 2006 existían más de 200 redes sociales online con millones de usuarios registrados. Entre las más conocidas están Facebook, MySpace, Friendster y Bebo. Todos ellas incitando a ventilar de manera cada vez más pública, la vida de sus usuarios.

La temática es amplia y de una relevancia incalculable, es en estos espacios donde la convivencia virtual puede ser de mucho bien; en ellos se pueden compartir relatos, literatura, etc., que colaboren al desarrollo de un ser humano integral pero también pueden constituirse como verdaderos coliseos romanos, donde, bajo el anonimato se linchan a aquellos que son considerados condenables a partir de juicios que más tienen que ver con el Tánatos que con el Eros, juicios emanados más del Odio que del Amor y más de las pulsiones más destructivas que constructivas de aquellos que las emiten. Es deber de padres, profesores y de toda la sociedad en general, acompañar al niño, a los jóvenes y por qué no, también a los adultos en la construcción de espacios de convivencia virtual que le engrandezcan y aporten en su desarrollo personal, velando por su integridad y por la integridad de todos. Créanme, que es totalmente posible.