Martes 5 de Noviembre de 2019
La universidad es un centro de ideas que han de transmitirse en un ambiente de inquietud y tolerancia. No hay en ella lugar para las exclusiones y sí un amplio espacio para considerar a la sociedad y sus problemas, para contribuir a solucionarlos. Las propuestas universitarias deben dar lugar a la amplitud de visiones y deben ser consistentes con las inquietudes de la ciudadanía; el espíritu público es algo esencial para la universidad verdadera, donde se vuelcan ideas y propuestas con mirada de futuro.
En estos días difíciles para Chile, la ciudadanía ha mostrado su profunda frustración y sus ansias de obtener cambios que no han sido abordados en las últimas décadas: cambios respecto de nuestra forma de convivencia y de cómo las personas nos relacionamos en una sociedad materialista y consumista; cambios relativos a las políticas sociales y a la distribución del ingreso nacional; cambios relacionados con la situación de las regiones y las comunas más pobres, que quedan siempre lejos de los beneficios de la expansión económica; cambios profundos que no han estado en la agenda de los políticos ni en la de los gobiernos, manteniendo a la gente al margen de las decisiones que se han tomado periódicamente.
Sobre todo esto, los estudiantes universitarios se han pronunciado, manifestando su gran disconformidad. Lo que no es aceptable es que sean reprimidos con la brutalidad que hemos observado. Hay un estudiante de nuestra Facultad que perdió un ojo y otro se encuentra gravemente herido producto de estas situaciones, a pesar de no haber estado siquiera interviniendo activamente en acciones violentas. Rechazo, con dolor, la aflicción que se ha llevado a sus vidas y solidarizo con ellos y sus familias por el acto desalmado del que han sido objeto.
El país necesita recuperar su equilibrio y el respeto que nos debemos todos, en el contexto del humanismo que debemos profesar los universitarios y los educadores, pero también requiere recuperar su normalidad, entendiendo que los cambios demandados deben ser llevados a cabo con premura y firmeza. A eso debe, la universidad, aportar en el campo de las ideas y del debate. A eso debe contribuir nuestra Facultad en el ámbito de ideas sobre nuevas políticas públicas para la justicia y la equidad. Nuestra comunidad de académicos, estudiantes y funcionarios son fundamentales en ese aporte.
El Decano
Santiago, 5 de noviembre de 2019