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Jueves 9 de Enero de 2014

Biólogos de la Universidad Central descubren que algunos parásitos hacen crecer lapas

Los resultados muestran que lapas infectadas con parásitos aumentan su tamaño y la carga parasitaria es mayor dentro de las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERBs).

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De izq. a der: Roberto García-Huidobro Moreno, Dr.(c) en Medicina de la Conservación; Nathalie Orellana, Magíster en Biología Marina; Marcela Aldana. Dra. en Ciencia con mención en Ecología

Investigadores de la Universidad Central de Chile guiados por la Dra. Marcela Aldana de la Escuela de Pedagogía en Biología y Ciencias, en el marco de un proyecto interno, evaluaron la magnitud y el impacto del parasitismo en una especie de molusco de importancia económica en Chile central.

Los resultados muestran que lapas infectadas con parásitos aumentan su tamaño y la carga parasitaria es mayor dentro de las  Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERBs). Sorprendentemente los individuos infectados -Fissurella crassa-  por la especie de parásito (Proctoeces lintoni) estudiados presentaron mayor crecimiento, sugiriendo que moluscos infectados alcanzan el tamaño mínimo de captura al menos un año antes que los no parasitados. Es decir,  en los lugares donde hay mayor concentración y posibilidades de infección por los parásitos, el molusco lapa creció más. Esto podría  traducirse en una ventaja comparativa en términos rentabilidad económica para los pescadores artesanales y el sector productivo en general.

Los sectores  donde se constataron tales efectos fueron la localidad de Las Cruces (comuna de El Tabo), El Quisco y  Quintay en Casablanca. Fue en el verano y otoño del 2010 (de enero a mayo), que los investigadores en conjunto con los sindicatos de pescadores de las zonas mencionadas, realizaron el estudio señalado. Al respecto es importante decir que los resultados de dicha investigación, están  publicados en la revista Ecohealth.

El co-investigador del proyecto, Roberto García-Huidobro Moreno, señala que “sería casi un 40 por ciento más grande, un individuo parasitado, pero esa cifra depende de la edad de los individuos evaluados”, confirmó el profesional.

Por otro lado, cabe mencionar que en 1991 el gobierno de Chile reguló el acceso a los recursos bentónicos económicamente importantes, a través del establecimiento de Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERBs). Dichas zonas son entregadas a los pescadores artesanales con el fin de realizar una explotación sustentable de los recursos marinos. Diversos estudios han indicado que la protección de estas zonas resulta en mayor abundancia y tamaño corporal de los organismos que se encuentran en su interior, lo que repercute directamente en mayor rentabilidad económica para los pescadores artesanales.